Por: Andrea Montero Salazar, Lighting Design
El término “ciudades digitales primero, ciudades inteligentes después” , es un término presente en Europa desde 2004 , y luego de revisar varias definiciones, cito la de la Unión Internacional de Telecomunicaciones , organismo perteneciente a la ONU , la cual indica que: una ciudad inteligente y sostenible es una ciudad innovadora que utiliza tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y otros medios para mejorar la calidad de vida, la eficiencia de la operación urbana y los servicios, y la competitividad, al tiempo que garantiza que satisface las necesidades actuales y futuras generaciones con respecto a los aspectos económicos, sociales, ambientales y culturales”.
El Instituto para el Futuro (IFTF), de la Fundación Rockefeller también señala la importancia de integrar soluciones innovadoras para explotar datos urbanos en beneficio de los residentes de la ciudad.
Las ciudades inteligentes, son abiertas y flexibles, muestran una estrecha relación entre el entorno construido y el entorno virtual. Según el Equipo de Ciudades Futuras de La Escuela Politécnica Federal de Zúrich la información se convierte en un nuevo material de construcción para edificios y ciudades futuras.
Se encuentran estrechamente conectadas con el desarrollo de Big Data, que es la recopilación, el almacenamiento y el procesamiento de grandes cantidades de datos brindados por los propios usuarios, lo cual permite comprender mejor el comportamiento humano y el uso y percepción del ambiente urbano.
La evolución de la Ciudad Inteligente es la ciudad receptiva donde los ciudadanos pasan de ser el centro de observación y análisis a tener una forma activa y participativa, al reportar problemas o enviar sugerencias para mejoras continuas o de las acciones a futuro en el desarrollo de la ciudad que habitan o la que visitan.
Sin duda alguna serán las ciudades del futuro, y mejorar la habitabilidad y la sostenibilidad son clave para su desarrollo.
Ahora, ¿Qué papel tiene la luz en una ciudad inteligente?
Las innovaciones son elementos clave en las ciudades inteligentes; por ejemplo, en el alumbrado público, al migrar de tecnología convencional en haluros metálicos o sodio a tecnología LED, permite ahorros dependiendo del escenario de hasta un 30%, y al combinarlo con un sistema de control y monitoreo el ahorro asciende aún más.
En el entorno urbano, la luz nos permite hacer evidente todo a nuestro alrededor, ilumina nuestras calles, parques, edificios y demás. Un buen sistema de iluminación ofrece una sensación de seguridad y esto en un ambiente externo es de vital importancia, ya que al sentirnos seguros nos permite vivir y experimentar de una mejor manera lo que nos rodea, podemos tener un entorno más transitable, mejorando la habitabilidad de la ciudad. Pero la iluminación en una ciudad inteligente no se limita solo a su alumbrado público, así como tampoco es solo el hecho de emplear sensores e instrumentos de medición.
Al tomar cada punto de luz disponible, como un punto de comunicación e integrarlo a un sistema flexible de control y medición, forma parte de toda la solución, generando y compartiendo datos para poder reducir consumos y elevar la eficiencia del sistema.
Todo esto posible gracias a la tecnología de la información y la comunicación, pero lo más importante, los usuarios y los datos que se generan día con día, los cuales serán empleados en pro de un entorno más seguro y por ende más feliz.
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