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Editorial Construir

Construcción de la Cuarta Línea de transmisión panameña iniciaría en 2022

La construcción de la Cuarta Línea de Transmisión Eléctrica podría iniciar en el primer semestre del año 2022, así lo reveló el gerente general de la Empresa de Transmisión Eléctrica (ETESA), Carlos Mosquera quien detalló que la obra costaría unos SUS$400 millones.

“La Cuarta Línea de Transmisión es otro de los proyectos que estamos trabajando duro porque dentro del cronograma que tenemos este año es importante para ir definiendo su adjudicación.

Esa construcción debemos estar iniciando su construcción, por lo menos en el primer semestre de 2022, el otro año, para que en tres años podamos hacer el proyecto. Debería iniciar en 2022 y terminar a finales de 2024 e inicios del 2025“, dijo Mosquera.

El gerente de ETESA precisó que “es un proyecto que la parte social ambiental es mucho más complicada” ya que hay que “coordinar, comunicar y llegar a acuerdo con el área de la comarca”. Mosquera señaló que la línea es “muy importante porque mejora lo que es la eficiencia y confiabilidad de la red”, aumentará la potencia de transportar energía y “esto a su vez afectaría positivamente también a la tarifa”.

El proyecto de la Cuarta Línea incluye la construcción, operación y mantenimiento de una línea aérea de transmisión con capacidad de 1,280 MW (en condiciones normales) y de 1,856 MW (en condiciones de emergencia) por circuito en 500 kV (AC). La línea tendría una longitud aproximada de 317 kilómetros, para conectar la subestación Chiriquí Grande, en Bocas del Toro, con una nueva Subestación Panamá III, en ciudad de Panamá.

Empresa de Transmisión Eléctrica (ETESA) ha señalado que la Cuarta Línea de Transmisión es necesaria para aumentar la capacidad del sistema para que pueda transportar toda la energía renovable generada en el occidente del país hacia los centros de mayor consumo, que se encuentran en el corredor Panamá-Colón.

Además disminuir en US$22 millones las pérdidas anuales de potencia y energía, que representaría ahorros directos para el consumidor final, que es quien paga estas pérdidas a través de la tarifa, importar energía más barata desde Centroamérica.

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