Por: Malka Mekler
En el 2012 el Parlamento y el Consejo europeos emitieron una directiva para promover la eficiencia y reducir el consumo de energía en toda la zona euro, con esta buscan minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero y de otras sustancias contaminantes de edificios, transportes y procesos de producción. Así lo informó el medio digital “Xataka”.
Entre las medidas que establece la norma está la transformación del diseño, construcción y gestión de los edificios para mejorar su eficiencia energética y los bautizaba como “edificio de consumo de energía casi nulo” o nZEB (Nearly Zero Energy Buildings).
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El objetivo es desarrollar construcciones que apenas gastan electricidad y que la poca que consuman provenga de fuentes renovables. Además, establecieron un límite temporal para el cumplimiento de esto requisitos: 2019 para las edificaciones públicas y 2021 para las privadas.
“Hay que pensar en el edificio como un sistema y abordar el consumo energético de una forma distinta en función de su localización, su tipo de envolvente, la orientación o el tamaño de las ventanas, entre otros”, explica Mauran Manca, responsable del departamento de Sostenibilidad y Energía del estudio de arquitectura Picharchitects/Pich-Aguilera.
El arquitecto indica que la normativa no comprende todos los consumos energéticos que pueda tener un edificio. Lo que se va a controlar de momento son la climatización y el agua, a esto hay que sumarle la iluminación en edificios, por lo que no se tendrá en cuenta el gasto de los electrodomésticos de un hogar o oficina.
Arthur García, auditor de sostenibilidad energética de Zero Consultings, explicó que para conseguir un edificio que tenga gastos energéticos de climatización y agua corriente sanitaria casi nula se necesita adoptar criterios de diseño arquitectónico inteligente que permita mejorar el rendimiento del consumo y evitar ciertas patologías que se suelen dar en construcciones convencionales.
Se debe hacer un estudio general del lugar, contexto climático, la temperatura del medio día, orientación del viento o cercanía al mar, todo esto define cómo se va a ejecutar el proyecto.
Un edificio nZEB será aquel que no supere el valor límite establecido para su consumo de energía primaria, esto se establecerá en base a la función de la zona climática de invierno y del uso del edificio. La energía primaria es la cantidad de energía que se gasta desde la obtención en la naturaleza hasta su uso en el edificio, esto significa que no solo se tiene en cuenta el consumo del usuario, sino también la cantidad de energía desde el inicio.
En el ámbito de energías renovables, los expertos recalcan que se debe contribuir a la eficiencia pero esta no servirá para “sanar” diseños deficientes, ya que su uso también tendrá un límite. En este caso, si el consumo límite de energía no renovable es de 32 kw por m2, el de energía renovable sería el mismo, lo cual sumando le permitiría al edificio tener un consumo eléctrico primario máximo de 64 kw por m2.
Para los expertos en lo que realmente incide la nueva norma es en el diseño arquitectónico de los edificios de nueva planta, los cuales tendrán que trabajar con tecnologías innovadoras para ahorrar en energía de climatización y agua caliente. Esto generará una diferencia notable ya que hasta la creación de esta norma había una ineficiencia energética con un consumo desmedido y sin límites.
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