El sector construcción se continúa abriendo camino en la economía guatemalteca y luego de la contracción que representó la “pausa” por la pandemia del covid-19, han arrancado motores en un 2021 que parece ser muy prometedor.
La “maquinaria” que representa el sector y mueve a la economía del país ya está en marcha y de nuevo se ven las obras en ejecución avanzar, generando empleo, consumo de materiales e impacto económico en las zonas de desarrollo.
De acuerdo con el Gerente General del Banco de Guatemala (Banguat), Oscar Monterroso, la industria de la construcción representa un 4,3% del Producto Interno Bruto (PIB), impactando en industrias como el acero y el cemento.
Durante el año 2020, a pesar del impacto negativo de la pandemia, fueron autorizados 2,2 millones de m2 de construcción para obras nuevas, lo que sin duda traerá mayor dinamismo a la industria.
Monterroso explicó que el 65% de la construcción es privada y que el 35% restante es financiado por el sector público pero ejecutado también por el sector privado.
“Para 2021 se tiene planificada la construcción de varios pasos a desnivel y obra de infraestructura, esto impacta directamente en la industria del cemento y el acero”, afirmó.
Para 2020 el Impuesto a la Distribución del Cemento represento un promedio de Q12,2 millones mensuales para un total de Q147 millones recaudados durante el año pasado por el fisco, a comparación de los Q131,3 millones recaudados durante 2019, con un crecimiento considerable. Para 2021 se espera que sea una cifra mayor por lo antes mencionado.
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