Por: Malka Mekler
Desde la época prehispánica el Centro Histórico de la Ciudad de México (CHCDMX) ha sido el centro político, religioso, cultural y comercial, sus calles, espacios públicos y edificios son fuentes de identidad nacional. Según lo informado por el medio digital “móvil blog” este es considerado el espacio urbano más emblemático del país.
Más de 800.000 viajes tienen como destino el CHCDMX diariamente, esto ha generado, desde mediados del siglo XX, que el espacio urbano se deteriore y hayan incrementado los problemas de movilidad. Esto se debe al crecimiento expansivo de la Ciudad de México (CDMX) y el cambio de patrón de ocupación del suelo habitacional a comercial y de servicios.
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Esto no es una novedad, ya que lo hemos visto en diferentes centros históricos de ciudades de la región de América Latina y el Caribe (ALC) y el mundo. Tanto así que muchas ciudades han promovido proyectos de rescate y recuperación para revertirlo, teniendo como pilar estratégico mejorar la movilidad.
A través de una Cooperación Técnica liderada por la División Transporte del BID en México, durante el 2014 junto a diferentes dependencias del Gobierno de la CDMX se desarrolló el Estudio par el Diagnóstico Integral de la Gestión de la Movilidad Regional y Seguridad Vial del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Dicho estudio contaba con dos objetivos, el primero era realizar un diagnóstico de movilidad y seguridad vial, basado en una toma intensiva de datos. El segundo era ofrecer una herramienta técnica al Gobierno de la CDMX, el cual les permitiera evaluar el impacto de adoptar medidas de restricciones al uso del automóvil, para esto se hizo un modelo de simulación en donde se evaluó escenarios de peatonalización y se adquirió un software de macro y micro simulación que incluye la capacitación a los funcionarios de la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) para su utilización.
Gracias al diagnóstico se logró identificar los problemas de movilidad que enfrenta el CHCDMX, entre estos destaca la elevada congestión vial, la presencia de transporte público desordenado, poco espacio vial para peatones y ciclistas. Si bien el 82% de los viajes realizado hacia o desde el CHCDMX se hacen en transporte público, el 65% del tránsito de la zona es consecuencia de de viajes de paso que usan la infraestructura vial del CHCDMX como alternativa.
Una de las estrategias propuestas para dar solución a estos problemas es incrementar y mejorar el espacio destinado a peatones y ciclistas. En base a los escenarios evaluados, se propuso generar una red de calles peatonales y compartidas, y cambios de sentidos y dobles sentidos en algunas vialidades; sin embargo, la intervención deberá ser integral pues requiere la reubicación del comercio informal que actualmente invade el arroyo vehicular en algunas calles.
Lo evaluado en el Estudio favorece la compresión integral de los problemas que enfrenta el CHCDMX y crear herramientas para una toma de decisiones informada. Desde su elaboración se han realizado algunas intervenciones en las calles del CHCDMX, los trabajos reflejan la labor de la División de Transporte del BID en México dirigida a brindar apoyo técnico a gobierno nacionales y subnacionales, además de fortalecer las capacidades locales.
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