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Así luciría el nuevo gimnasio nacional en Costa Rica

Por: Malka Mekler

El Instituto Costarricense del Deporte y Recreación (ICODER), inició el proceso de modernización de los espacios deportivos en diferentes partes del territorio nacional. En el caso del equipo de Adrián Coto Arquitectos desarrollan un anteproyecto para el Gimnasio Nacional de Costa Rica.

El proyecto cuenta con un programa amplio de 20.250 m y un aforo se 7.350 personas, su concepto será con una imagen contemporánea dentro del espacio deportivo pero que al mismo tiempo respete el entorno inmediato en términos de escala humana y proporciones urbanas, elementos complejos debido a la cercanía con edificios ya existentes alrededor del sitio. 


Teniendo en cuenta que el tamaño del sitio a trabajar es muy pequeño en relación al proyecto, los diseñadores proponen instalar 200 parqueos y sistemas de apoyo como la casa de máquinas en sótanos.

También se va a diseñar en un subnivel las graderías, vestidores, oficinas y servicios, con el fin de bajar la escala del volumen y crear un proporción más ajustada a las relaciones contextuales del lugar.

Con esta estrategia se planea retirar la masa del volumen de los márgenes del sitio para crear vacíos que serán utilizados como espacios públicos, los cuales en la actualidad no existen. 


Por otro lado, el proyecto incluye una renovación de accesos al edificio, vestíbulo, graderías, un anfiteatro y áreas verdes urbanas con el fin de crear un espacio urbano de conexión con el eje norte-sur y una conexión con el Museo de Arte Contemporáneo en el eje este-oeste.

La forma del proyecto será como el caparazón de un armadillo, esto para abarcar la máxima superficie sin alterar la escala del contexto inmediato. La cubierta en la pared central se levanta con una curvatura fuerte que se ve mitigada por el corte y descenso de las cubierta perimetrales, logrando que no se sienta la altura del edificio.


La cubierta está sobre columnas trípodes, similares a árboles, que junto con las paredes retranqueadas crean pasillos de forma orgánica. Desde el punto de vista peatonal, las secuencias espaciales forman una sensación de integración con los árboles del parque, lo cual logra una relación simbiótica con el parque.

Para la innovación estructural se utilizará madera laminada para lograr las vigas de cielo sin soportes medios. Al utilizar madera se establece una relación orgánica entre el interior y exterior.


El proyecto haría un gran aporte a nuestra ciudad, que en términos sociales se convertiría en un nuevo icono. Sin mucha pretensión pero con mucho ingenio, la obra también otorga un nuevo paso a la arquitectura contemporánea del país”, agregó el Arq. Adrián Coto.

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