Crear espacios o ciudades sostenibles es fundamental para vivir en armonía y preservar nuestro medio ambiente, por ejemplo, la construcción de casas o edificios ecológicos que dan base a la sostenibilidad en la arquitectura nos dejan en claro que cualquier movimiento que hagamos, incide en el medioambiente y nuestra comunidad, en ello radica su importancia porque no se puede negar su impacto, así como tampoco se puede descuidar el futuro de las generaciones venideras.
Revista Construir conversó con Jimena López, Gerente Internacional de Marketing de Elkay sobre cómo lograr tener espacios públicos más sustentables y qué se necesita para potenciar el cambio.
¿Por qué es importante crear espacios públicos sostenibles?
Desde la pobreza, el cambio climático, la asistencia sanitaria y la educación como problemáticas que se encuentran en una vida de la ciudad, es importante que los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Para lograr estos espacios se debe partir de políticas macroeconómicas adecuadas, una urbanización bien planificada y gestionada para ayudar a los países a acelerar su crecimiento económico y servir como un canal hacia los mercados globales, creando entornos productivos que atraigan la inversión internacional y aumente la eficiencia económica. La relevancia de la sostenibilidad en espacios públicos también reside en el crecimiento a largo plazo de las ciudades, pero sin dañar el medio ambiente y nuestros ecosistemas, para evitar consumir sus recursos de forma indiscriminada y dejar un legado a las generaciones futuras.
Priorizar la durabilidad en el rediseño de los espacios públicos se verá reflejada en los gastos, y al tener materiales reciclados ayudará a disminuir el impacto ambiental que se pueda generar a largo plazo, además de aprovechar los desechos y reutilizarlos de la manera más eficiente. Con estas adecuaciones, los espacios sostenibles serán altamente reconocidos debido a que aumentan las posibilidades de compra de arrendatarios, liderando la industria por su importancia social y medioambiental.
¿Cómo se encuentra la región en este tipo de sostenibilidad?
La arquitectura sostenible en América Latina ha estado en constante crecimiento. Países como Brasil, México, Chile, Perú y Colombia elaboran métodos para promover el diseño urbano sostenible, por ejemplo, con recortes de impuestos en los préstamos para quienes inicien proyectos de construcciones sostenibles o edificios ecológicos. Según el estudio “Sustainable Cities Index 2018”, el cual analiza a las 100 ciudades más sostenibles del mundo, toma en cuenta 32 índices o factores, y de América Latina y el Caribe solamente destacan Santiago de Chile (puesto 71) como la ciudad más sostenible de la región, Sao Paulo (puesto 79), Buenos Aires (puesto 80), Río de Janeiro (puesto 82), Lima (puesto 83) y Ciudad de México (puesto 84).
Por lo anterior, es de suma importancia impulsar ciudades sostenibles en nuestra región. Debe ser una premisa que englobe mayor participación ciudadana, políticas de estado, reducción de los desequilibrios socioeconómicos, compromisos institucionales, intervención de todos los gremios, en especial el educativo y, sobre todo, una transformación cultural que agrupe todos estos elementos en la búsqueda de un bien común para nuestras ciudades.
¿Cómo se puede incorporar la sostenibilidad en proyectos públicos?
Partiendo de un análisis minucioso de las afectaciones y beneficios de proyectos a la comunidad, por ejemplo, construir un parque público, en él debemos buscar la manera de conservar la energía de manera eficiente mediante luminarias que funcionen con luz solar, que el mobiliario sea construído pensando en la preservación de los recursos naturales –muchos de ellos se encuentran en el entorno-. También se aprovechan los residuos de otros sectores para reducir costos y fomentar el ahorro financiero y energético.
Otro factor a considerar, dentro en la sostenibilidad de proyectos públicos, es utilizar de forma responsable el agua. Por ejemplo, en la hotelería un huésped usa entre 100 y 200 galones de agua; esto se traduce en aproximadamente 73 mil galones por habitación al año, y durante el 2018 algunas cadenas internacionales utilizaron hasta 20 millones de botellas de PET solamente en Europa, Asia y África, lo que deriva en un gran problema para el medio ambiente.
¿Cuáles son los retos para implementar este tipo de iniciativas?
Creo que uno de los retos es el cambio cultural para asimilar que el desarrollo de espacios sostenibles no debe estar peledo con el medio ambiente, sino que se debe integrar y considerar los beneficios y ahorros potenciales que trae para el hábitat, sus recursos naturales y la calidad de vida de las personas.
Otro sería el económico, ya que regularmente las empresas no toman en cuenta lo beneficioso que resulta el adquirir muebles con tendencia sostenible, ya que consideran que sillas, escritorios y todo lo que se encuentra en el espacio de trabajo, será útil únicamente dentro de la oficina, no ven su utilidad más allá para lo que fue adquirido.
Por ejemplo Elkay, una empresa enfocada en la elaboración de productos para el suministro de agua, tales como bebederos, fuentes de agua, estaciones llenadoras de botellas, etc., siempre hemos tenido ese principio como base de nuestros valores pues muchos de sus componentes a nivel mundial se fabrican con materiales reciclados, incluidos el acero inoxidable, acero galvanizado, latón, cartón corrugado y materiales reciclados para el embalaje.
¿Con qué características de diseño cuentan estos espacios?
Su principal característica es que buscan reducir en un 90% la demanda energética; se valen de recursos propios y variables de diseño arquitectónico para usarlos a su favor, intentando lograr el acondicionamiento de un espacio o construcción para aprovechar al máximo la orientación, los materiales de construcción, el clima y la vegetación, para así lograr la sostenibilidad. También incorporan ciertos materiales de aislamiento térmico que ayuden con la insonorización de los espacios o reducir el nivel de transmisión acústica y sonora.
La idea es utilizar materiales eco-friendly para que se reintegren más fácil al ambiente en la medida de lo posible, pero en el caso de componentes electrónicos la idea es facilitar un desacople sencillo para reintegrarlos a un ciclo de producción que permita componer una nueva pieza y volver a utilizarlos.
También se puede alcanzar la sostenibilidad a través de la selección de materiales de construcción sostenible tales como la madera certificada, es decir, procedente de una tala responsable, o la fibra de celulosa de papel reciclado, entre otras prácticas que ayudan a los inmuebles a reducir su huella ambiental.
En los espacios comerciales como hoteles, centros comerciales, foros, cines o auditorios, utilizar un diseño flexible con la elección de mobiliario o pisos modulares y móviles. o paredes modificables que permitan hacer cambios y adaptaciones con el paso del tiempo sin necesidad de invertir en nuevos materiales así como optar por diseños que faciliten el desmontaje y reciclaje del producto. De esta forma, al finalizar su vida útil, su recuperación y regeneración será más fácil.
En el caso del suministro de agua, garantizar el ahorro del agua con estaciones llenadoras de botellas que garanticen al usuario agua limpia siempre y que se reduzca el uso de botellas de plástico PET para tener acceso a este vital líquido. Y en este caso, Elkay revolucionó la forma de suministrar agua en lugares públicos con las estaciones llenadoras de botellas. Actualmente lanzó la unidad ezH2O Liv Pro™, un dispensador de agua manos libres, con un innovador diseño empotrable y filtro que se adapta perfectamente a cualquier espacio y que además ha sido galardonado con el “Sustainability Awards 2020”, un reconocimiento a nivel mundial que reconoce a las empresas por hacer de la sustentabilidad parte integral de sus prácticas empresariales.
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