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Ciudades del futuro: ¿Cómo será la vida urbana?

Por: Ronny Rodríguez, Gerente de Desarrollo, Garnier & Garnier.


El futuro siempre nos presenta grandes retos y muchas preguntas para quienes estamos inmersos en el mundo del desarrollo inmobiliario. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que cerca de 70% de la población mundial vivirá en zonas urbanas en el 2050, lo que significa otros 2.500 millones de personas en dichas zonas y la mayor parte de este aumento, se producirá en los países en desarrollo.

Si como sociedad queremos promover un mejor futuro a las nuevas generaciones, ante esta realidad, es importante definir a las ciudades del futuro como inteligentes, apalancándose de datos e información para diseño, control y toma de decisiones saludables, donde el eje central sea la calidad de vida de los habitantes y la sostenibilidad, esta última tomará cada vez más y más fuerza, por lo tanto, cuidar todos los ángulos al respecto será clave.

Como organización, en Garnier & Garnier desarrollamos proyectos respetuosos con el medio ambiente y el entorno en el que se encuentran ubicados, disponemos por ejemplo de sistemas de iluminación eficientes, espacios con ventilación natural y priorizamos contribuir a la economía local consumiendo productos y servicios de la zona. En todos los proyectos que desarrollamos, brindamos soluciones integrales que nos permitan operar en el actual escenario mundial, enfocándonos en el bienestar del usuario final del desarrollo inmobiliario.

Si nos preguntáramos ¿qué características tendrían las ciudades del futuro?, no existe ni existirá una única respuesta para describirlas, ya que todas son diferentes debido a factores físicos, sociales y económicos.

Lo importante entonces, es que cada ciudad y sus autoridades entiendan que las soluciones tienen que ser lo más locales e integrales posibles, para poder contar en el futuro con lugares que sean transitables, saludables y resilientes.

Las prioridades alrededor de las cuales re-imaginamos y re-construimos nuestras ciudades tienen que ser el medio ambiente y la salud de sus habitantes. Es con esto en mente, que muchas ciudades globales, incluida París, Melbourne, Detroit, Portland, Oregón y Ottawa están siguiendo el concepto de la “Ciudad de 15 minutos”, una urbe en la que vivienda, trabajo y servicios están a un radio de 15 minutos de las personas. Este concepto nos da una oportunidad muy real, de cambiar la forma en que están estructuradas nuestras ciudades.

Por otra parte, necesitamos modernizar y construir ciudades futuras con una resiliencia ambiental y de salud pública. Iremos viendo conceptos como el diseño biofílico, que toma fuerza en todos los nuevos diseños, donde serán clave, factores como la calidad del aire, iluminación natural y en general, la cercanía con la naturaleza de alguna manera.

La planificación de las ciudades tiene que evolucionar y para lograrlo, es necesario pasar por la tecnología y los datos: las ciudades del futuro tienen que ser inteligentes. Deben ajustarse y ser flexibles al entorno cambiante que enfrentarán.

También será muy importante que los nuevos diseños tomen en cuenta integralmente la eficiencia energética, movilidad e integración social con las comunidades como sus pilares fundamentales. Y no solo porque es la decisión correcta pensando en las próximas generaciones, sino porque también es lo que diferenciará las ciudades entre sí, dándole ventajas competitivas a aquellas que mejor encuentren soluciones a todas estas nuevas necesidades. En última instancia, esta diferenciación será piedra angular para la atracción de turismo, nuevos habitantes, comercio e inversión en general.

Retos que hemos enfrentado como sociedad, tales como la pandemia provocada por el COVID – 19, nos han enseñado la importancia de la colaboración cuando buscamos obtener mejores resultados en lo que hacemos, por lo que las ciudades del futuro tienen que invitar a sus ciudadanos a colaborar en función de crear mejores y más resilientes urbes. De igual forma, en espacios con alta densidad, dicha interacción es imperativa si se busca el éxito de iniciativas como la ciudad de los 15 minutos o propuestas como la de Luxemburgo. de hacer gratuito todo transporte público.

Para incentivar el cambio en la dirección correcta, maximizando las inversiones públicas, es importante que, actores privados como desarrolladores inmobiliarios, integren alianzas público-privadas donde se definan los criterios y prioridades de la dirección que debe tomar el desarrollo en todos los temas mencionados.

Las nuevas necesidades que tienen las personas y ciudades son las que deben definir el rumbo, donde busquemos la salud y comodidad en el largo plazo.

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