Los cambios experimentados durante la pandemia dejarán secuelas en la sociedad que, en algún momento, ya no tendrá que usar mascarillas ni respetar el distanciamiento social, pero que se mantendrá más alerta por su salud e intentará aprovechar mejor de la comodidad hogar. Las enfermedades y los avances en el diseño de las ciudades han ido históricamente de la mano.
Por eso, el sector de la construcción ya prevé cambios para mejorar la calidad de vida de los seres humanos como:
1-Salud y bienestar: El entorno construido demostró falencias en relación a la ventilación de los espacios cerrados y eso es algo que deberá cambiar para mejorar la calidad del aire que respiramos. Para Nicolás Ramírez, Director Ejecutivo del Green Building Council de Costa Rica, “La salud es vital que para que las economías funcionen bien, puesto que la caída de la economía actual está relacionada directamente con los problemas de salud y, como suele suceder, hemos visto que las personas más vulnerables han sido las más afectadas por eso”.
La ventilación artificial colabora con el mantenimiento del aire.
Según datos del World Green Building Council, la contaminación de aire que experimentamos en el exterior es responsable de enfermedades mortales, 1/3 por enfermedades pulmonares crónicas, 1/4 por infecciones respiratorias. Este aire contaminado se infiltra dentro de las edificaciones, por lo que la exposición a estos contaminantes se da en los interiores. Esto, sumado a las necesidades epidemiológicas actuales, resaltan la importancia de incorporar estrategias y sistemas que permitan garantizar el acceso a ventilación natural, mejores sistemas de filtrado y renovación de aire en los ambientes, y monitorear los niveles de contaminantes para saber si el aire que estamos respirando es el adecuado.
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2-Movilidad: Las ciudades actuales han sido diseñadas para utilizar carros, pero el crecimiento exponencial del parque automotor ha traído consigo grandes problemas de tráfico, además de contaminar el aire y elevar los niveles de ruido. Una de las soluciones para esta problemática es conocida mucho antes de la pandemia: mejorar los servicios de transportes públicos.
Sin embargo, la evolución del teletrabajo a causa del COVID brinda alternativas interesantes al asunto. “Si algo positivo se puede rescatar de los meses de encierro al inicio de la pandemia fue la incorporación de modelos de trabajo virtual en muchas empresas y sectores”, destacó José Manuel Ávila, Director Técnico del Green Building Council de Guatemala.
Las ciclovías tendrán un rol preponderante en las ciudades del futuro.
“Esto de una u otra forma replanteó en muchas empresas la manera de hacer negocios, en vez de pasar una hora en el tráfico para llegar a una reunión, hoy en día uno está a una llamada de distancia para cerrar una negociación o atender una conferencia. En algunos países las concentraciones de tráfico se redujeron hasta en un 80%“, remarcó Ávila, que se mostró a favor de generar políticas que promuevan el trabajo en las casas, para reducir las cargas vehiculares y la emisión de CO2 y contaminantes relacionados con el transporte vehicular.
Además, otro de los desafíos será expandir los carriles para bicicletas. Aumentar el número de ciclistas es una forma de reducir el tráfico motorizado y las emisiones de gases contaminantes, así como de aumentar la movilidad activa. Esta movilidad activa ofrece a las personas la oportunidad de incorporar la actividad física en su viaje diario al trabajo.
3-Construcción vertical: La posibilidad de trabajar sin necesidad de ir a una oficina alejada del hogar, permitirá la construcción de edificaciones y complejos de uso mixto, donde la gente pueda vivir, trabajar y entretenerse dentro de áreas más reducidas. Esto colaborará también a mejorar la movilidad dentro de las urbanizaciones.
“Se va a buscar densificar más las ciudades, evitar que no sea todo tan amplio y esparcido horizontalmente, sino que concentrar más usos y servicios de forma más vertical y poder aprovechar el espacio de mejor manera“, manifestó Nicolás Ramírez.
Ciudades más compactas, pedaleables, caminables, con más sitios conectados a la naturaleza y nuevas tecnologías urbanas, es lo que se espera para los próximos años.