El innovador proyecto tendrá un costo de US$5.700 millones y una longitud total de 2,5 kilómetros con seis carriles.
Su construcción ya está en marcha y muestra avances significativos. Se espera que sea inaugurado en 2025.
Este nuevo puente se convertirá en el atirantado más largo de Estados Unidos. Contará con 2,5 kilómetros de largo, 37,5 metros de ancho, 220 metros de alto y tendrá carriles para bicicletas y espacios para peatones.
Del lado estadounidense el puente conectará con la carretera I-75 y del lado canadiense se unirá con la autopista ON-401, algo estratégico para el tránsito de mercancías y todo el comercio que cruza ambas fronteras.
El puente pasará sobre el río Detroit y cercano a la nueva obra se encuentra el puente Ambassador de 2,3 kilómetros de largo y cuatro carriles. Por el circulan más de seis millones de vehículos al año, en su mayoría transporte pesado.
La nueva estructura vendría a distribuir ese tránsito y conectar de forma más eficiente ambos países.
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