Por: Sonia Matheson, directora del Estudio de Espacios de Trabajo, Líder del Área de Práctica de Ciencias para Latinoamérica
Durante la pandemia, comenzamos a desocupar espacios que solíamos frecuentar, por consiguiente, dejamos de vivir las experiencias que los acompañaban. Nos privó del poder de elegir y nos consumieron las tecnologías virtuales para permanecer conectados con el mundo exterior. La ausencia de poder trabajar y socializar juntos en persona, ha sacado a relucir cuán importante es mantener el contacto humano. Estar separados nos ha recordado lo valiosos que son los lugares y espacios en los que trabajamos, vivimos y nos entretenemos para nuestro bienestar y desempeño general.
La pandemia ha provocado un cambio masivo en los patrones de trabajo globales. Hemos aprendido nuevos comportamientos, adoptado nuevas tecnologías y nos hemos adecuado a nuevas formas de trabajar. Las organizaciones de todo el mundo están reconsiderando el futuro de los espacios de trabajo con un enfoque particular en el bienestar y la conectividad de sus equipos. La oficina física continúa desempeñando un papel central en la creación de experiencias más conectadas y equitativas que benefician a las personas, organizaciones y comunidades circundantes.
Según el índice de experiencia de Gensler, acostumbramos a buscar lugares que fomenten las conexiones sociales. Los lugares que facilitan las vivencias en comunidad y la conexión social, suelen funcionar mejor y garantizan una mayor satisfacción laboral en el lugar de trabajo.
Torre Universal fue diseñada para responder a este modelo de trabajo moderno, ágil y colaborativo. Además, para brindar una experiencia centrada en las personas, el proyecto proporciona una terraza elevada en el lado sur del volumen principal, llevando el componente de bienestar a través de espacios de recreación al aire libre.
La pandemia nos ha recordado lo vital que se vuelve la interacción humana y la conexión en persona. Si bien es cierto que para algunos trabajar de manera remota tiene sus beneficios, un lugar adonde intercambiar ideas e interactuar con otros colegas se vuelve esencial.
¿Cómo podemos volver a unir a las personas de manera consciente y brindarles espacios que les permitan sentirse seguros, autónomos e identificados con el espacio? Es a través del diseño y de su capacidad para abordar las necesidades y expectativas humanas en constante cambio que logramos responder esta pregunta. Aunque suene sencillo, se requiere un análisis extenso para entender cada una de las empresas e identificar que tiene que lograr el espacio físico para el buen desempeño del colaborador.
El papel fundamental del espacio físico de la oficina está cambiando para convertirse en un lugar que reúne a las personas para colaborar, construir relaciones personales y profesionales y conectarse con la misión y el propósito único de cada empresa. Se requerirá un nuevo diseño de espacios para permitir que prospere el trabajo flexible y virtual, al mismo tiempo que se respalda el entrenamiento y la enseñanza… provocando experiencias más inclusivas.
Según nuestro criterio la asignación de cantidad de metros cuadrados de oficina será similar, no obstante, será la forma en que utilizamos esta área lo que deberá variar. El énfasis en el diseño y cómo usamos y reutilizamos los espacios será aún más importante, ya que las oficinas de hoy en día deberían tener un propósito mayor. Los espacios de reunión y colaboración deberán adaptarse a modalidades de reuniones híbridas. La oficina se convertirá más en un centro de colaboración, la planificación del área de trabajo evolucionará de espacios fijos de escritorio a una mayor proporción de zonas de trabajo de colaboración y que se espera que lleve a las personas de regreso a la oficina. (Design Forecast Reconnect, 2021)
Una nueva forma híbrida de trabajo nos permitirá cambiar las ideas y conceptos anteriores de lo que debería incluirse en el sitio de trabajo y nos permitirá explorar nuevas estrategias con nuestros socios inmobiliarios. Este nuevo espacio deberá estar más en sintonía con los constantes cambios cotidianos y una dinámica de equipo, por lo que tendrá sistemas de mobiliario flexibles, áreas transformables para los nuevos patrones de trabajo y conexión hacia el exterior.
Nuestros clientes buscan experiencias físicas y virtuales que estén completamente integradas y que permitan un nivel armónico y simbiótico de conectividad y personalización.
El espacio de trabajo se vuelve menos corporativo, se añade una capa de experiencia más acogedora, segura y eleva que ayuda a atraer no solo nuevo talento si no es el ancla que atrae a los trabajadores de regreso a las oficinas. El diseño de nuevas amenidades, por ejemplo, la introducción de baristas – adonde se busca integrar la experiencia de un café dentro de la oficina. Una experiencia elevada adonde me pueden servir un café y me puedo comer un tentempié mientras que colaboro o me reúno con el equipo. La meta es crear un destino adonde los empleados se sientan inspirados y tengan autonomía.