Un dormitorio perfecto es sinónimo de estilo y aquí te proponemos consejos para ayudarte a dormir mejor.
La técnica del feng shui lleva años imponiendo una serie de criterios para ayudar a que las buenas vibraciones fluyan por tu espacio sin quedarse estancadas. Y, además de poder aplicar los principios del feng shui en el salón o hasta en la cocina, pueden ser muy útiles en tu dormitorio, mejorando tu sueño, tu estado de ánimo y todo tu día a día.
Literalmente significa viento (feng) y agua (shui). Su relación con el interiorismo está relacionada con la orientación de los propios espacios de la casa hasta la ubicación de los muebles, pasando por la elección de materiales y colores. Se trata de conseguir a través de la distribución y la organización espacial ambientes donde fluyan siempre energías vitales y positivas. Que nos sintamos cómodos y los espacios de la casa nos resulte amables a la hora de vivirlos. Con el feng shui mejoramos la salud, las relaciones familiares y añaden que atrae el dinero y la abundancia.
El feng shui busca ese equilibrio en los cinco elementos básicos: Madera, que aporta crecimiento y renovación, es muy sencilla de aplicar en decoración. Fuego, símbolo del calor, el movimiento y la energía según el feng shui, puede aplicarse a través de la iluminación cálida y otros recursos como las velas. Tierra, que nos da la estabilidad, se introduce a través de elementos fabricados con arcilla o barro cocido. Agua, que se mueve constantemente, trayendo consigo la energía y la evolución de la vida.
Metal, asociado a la creatividad y la buena comunicación.
Te contamos aquí algunas de las claves y fórmulas para que aciertes a la hora de diseñar dormitorios:
1-Correcta colocación de la cama: Puede afectar tu estado de ánimo e incluso a la capacidad del sueño. Es importante poder ver la puerta de tu posición en la cama, aunque debes evitar siempre que los pies de la cama estén directamente alineados con la puerta. Tres de los cuatro lados de tu cama deben estar libres para un flujo de energía óptimo. Por tanto hay que evitar las esquinas y los rincones estrechos, sin importar cuánto pueda maximizar tus metros cuadrados.
2-Madera y fibras naturales: Estos materiales nos conectan con la naturaleza y nos traen un vínculo con la tierra. Nos traen salud y vitalidad. Los cabeceros de mimbre, yute o ratán, las mesillas y lámparas de madera y hasta las paredes –ahora se llevan mucho revestidas con plalillería de madera– añadirán un plus de calidez junto a la luz puntual.
3- La luz natural, un gran aliado: Como es natural, el feng shui considera el sol como la principal fuente de luz y debemos aprovecharla al máximo. Por eso te recomendamos colocar visillos o cortinas poco tupidas para dar claridad, y por tanto armonía, a la habitación. Los blancos y color arena tamizarán la luz y serán tu gran aliado durante el día.
4- Olores: Al igual que el ruido, los malos olores también perturban la sensación de un bien feng shui. Por ello, evita que entren olores indeseados por las ventanas (puedes incluso cambiarlas por unas más aislantes) y tratar de que no entren los olores de la cocina. ¿Un consejo? Velas aromáticas, incienso, flores frescas o ambientadores te ayudarán.
5- Mantén el orden: Basura, ropa sin ordenar, camas sin hacer, armarios abiertos y desordenados, todo eso suma. Por ello, tu dormitorio debe estar siempre digno de revista. Inspírate en estos consejos para ordenar el dormitorio. ¿Un truco? Intenta no acumular demasiado y será más fácil de mantener.
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