Según el Ministerio de Obras Públicas, el uso de maquinaria automatizada en más del 40% de los proyectos de infraestructura en El Salvador ha resultado en una reducción de costos del 15% y una mejora del 20% en la seguridad laboral.
En una región donde la construcción ha sido históricamente uno de los pilares económicos, la llegada de la tecnología está transformando los fundamentos de esta industria en Costa Rica, Guatemala, Honduras, El Salvador y República Dominicana. Datos estadísticos revelan un cambio significativo en los métodos tradicionales de construcción, impulsando una mayor eficiencia, seguridad y sostenibilidad.
En Costa Rica, la adopción de la tecnología de construcción ha tomado impulso. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el uso de herramientas digitales como el modelado de información de construcción (BIM, por sus siglas en inglés) ha aumentado en un 25% en los últimos dos años. Esta metodología colaborativa permite una planificación y diseño más precisos, reduciendo los costos y los plazos de construcción.
Por su parte, el Banco de Guatemala informa que la inversión en construcción inteligente y sostenible ha crecido un 18% en el último año. La implementación de sensores para el monitoreo de condiciones ambientales en obras, así como el uso de materiales eco amigables, están definiendo una nueva era en la construcción guatemalteca.
Honduras, en su búsqueda de modernización, ha adoptado la construcción modular asistida por tecnología. Datos del Banco Central de Honduras señalan un aumento del 30% en el uso de este enfoque en proyectos de construcción residencial y comercial. La construcción modular no sólo acelera el proceso, sino que también reduce los residuos y disminuye la huella de carbono.
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Por otro lado, El Salvador, consciente de la necesidad de eficiencia, ha incorporado la automatización en sus obras. Según el Ministerio de Obras Públicas, más del 40% de los proyectos de infraestructura del país utilizan maquinaria automatizada, lo cual ha resultado en una reducción del 15% en los costos y un aumento del 20% en la seguridad de los trabajadores.
En el caso de República Dominicana, el país se encuentra liderando el camino hacia la construcción inteligente en la región. Según el Banco Central de República Dominicana, la inversión en tecnología para la construcción ha crecido un 22% en el último año. Desde la implementación de drones para la inspección de obras hasta la utilización de realidad aumentada para la planificación, el país está optando por un enfoque vanguardista.
A pesar de estos avances, aún existen desafíos como la capacitación de la mano de obra en tecnologías emergentes y la inversión en infraestructura digital en áreas remotas. Sin embargo, el impacto positivo es innegable.