Dos bacterias abren nuevas posibilidades para construir en Marte
- Luisa Velásquez
- hace 51 minutos
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En el avance por hacer viable la presencia humana en Marte, un reciente estudio plantea una alternativa prometedora: aprovechar el propio polvo marciano para fabricar materiales de construcción mediante el uso de microorganismos.

La investigación publicada en Frontiers in Microbiology por especialistas del Departamento de Química, Materiales e Ingeniería Química ‘Giulio Natta’ del Politécnico de Milán, analiza cómo dos bacterias podrían transformar el regolito del planeta rojo en un material similar al hormigón.
Biocementación a partir del polvo marciano
Tanto la Luna como Marte están recubiertos por un manto de polvo compuesto por elementos aprovechables para la construcción. Transportar materiales desde la Tierra sigue siendo costoso y complejo, por lo que transformarlos in situ se perfila como la ruta más viable.
El estudio propone un proceso de biocementación, que emplea microorganismos capaces de inducir la precipitación de carbonato cálcico. La protagonista principal es Sporosarcina pasteurii, una bacteria que, a través de la ureólisis, produce la enzima ureasa.
Esta descompone la urea en amoníaco y ácido carbónico, elevando el pH del entorno y generando iones carbonato. Al combinarse con iones calcio, precipitan como cristales que actúan como un cemento natural, uniendo las partículas del regolito y creando un material compacto con resistencias comparables a algunas mezclas de hormigón.
Un escudo vivo para resistir Marte
La segunda bacteria, Chroococcidiopsis, no interviene en la biocementación, pero su papel resulta crucial por su extrema resistencia. Este microorganismo ha demostrado sobrevivir en condiciones que simulan el entorno marciano y fue sometido a pruebas en la misión BIOMEX de la Agencia Espacial Europea. Durante 18 meses, cepas expuestas al vacío espacial y a la radiación solar permanecieron intactas y retomaron su actividad metabólica al rehidratarse.
Su función en este sistema es crear un microambiente más favorable. Mediante la fotosíntesis, libera oxígeno que ayuda a la supervivencia y desempeño de Sporosarcina pasteurii. Además, cuenta con un notable “arsenal defensivo”:
Una capa de sustancias poliméricas extracelulares que filtra gran parte de la radiación UVA, UVM y UVC.
Antioxidantes en su membrana externa que neutralizan las especies reactivas de oxígeno.
Filtros UV y la capacidad de reparar su ADN si la radiación lo daña.
Un paso más en la carrera por habitar Marte
La posible colaboración entre ambas bacterias permitiría, simultáneamente, crear materiales de construcción y mantener un entorno microbiano estable pese a las duras condiciones del planeta. Sin embargo, los investigadores advierten que aún queda camino por recorrer.
Aunque distintas agencias espaciales proyectan la construcción de los primeros hábitats humanos en Marte hacia la década de 2040, persisten interrogantes clave: no sólo se trata de levantar estructuras, sino de garantizar la seguridad, permanencia y retorno de los futuros pioneros.
