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Espacios de trabajo flexible juegan un papel trascendental en nuevas dinámicas laborales


Tanto en Costa Rica, como en Centroamérica, el covid-19 tuvo un importante impacto en términos del aumento del modelo de teletrabajo. Esto generó por consecuencia una subutilización temporal de las oficinas físicas. En términos generales los resultados de estos cambios han sido positivos; sin embargo, durante el transcurso de la pandemia el modelo de trabajo 100% remoto ha comenzado a mostrar signos de agotamiento, generando incertidumbre sobre su sostenibilidad en el largo plazo.

Debido a esto, muchos trabajadores desean volver a las oficinas porque encuentran en estas un espacio que fortalece la conexión cultural, el aprendizaje, la vinculación con clientes y compañeros, a la vez que fomentan la creatividad e innovación.

José Ignacio González, Market Research & Consulting Director en Cushman & Wakefield | AB Advisory, brindó una entrevista a Revista Construir donde indica que lejos de desaparecer y perder relevancia, los espacios de oficinas están experimentando un proceso de transformación y evolución para responder a estas nuevas tendencias, necesidades y requerimientos de las empresas, en el contexto de pandemia actual.

¿De qué manera han impactado a las inversiones y el sector de bienes raíces?

El impacto ha sido variado para los distintos sectores de la economía en Costa Rica. A nivel de nuevos desarrollos, los procesos constructivos han logrado continuar avanzando de manera satisfactoria en el transcurso de la pandemia, consiguiendo mantener sus fechas estimadas de entrega. Por otro lado, varios desarrolladores han aprovechado el impase de la pandemia para enfocarse en las etapas de diseño, análisis y estudios de mercado requeridos para sus nuevos proyectos, garantizando el due diligence previo al desarrollo y buscando estar listos para los próximos meses.

A nivel transaccional de los inquilinos corporativos, a pesar de que varios proyectos se pusieron en pausa debido a la incertidumbre generada por la pandemia, se han reportado varios cierres relevantes, incluyendo reducciones de espacios buscando mayores eficiencias, nuevas operaciones, consolidaciones y expansiones, con la consecuente generación de nuevos empleos de calidad en el país.

Muchos de estos proyectos se lograron debido al sólido desempeño mostrado por las empresas ya instaladas en Costa Rica y a la respuesta satisfactoria de la fuerza de trabajo altamente capacitada que ofrece el país, la cual ha logrado mantener altos niveles de productividad aún en el contexto actual.

Adicionalmente, algunas tendencias que se han potenciado a raíz de la pandemia como el nearshoring o el reshoring de actividades de servicios o manufactura, podrían desencadenar una serie de requerimientos inmobiliarios nuevos, en el mediano plazo.

¿Dichas dinámicas laborales hasta qué período considera que se extenderán? ¿desaparecerán o evolucionarán?

Si bien es cierto que la pandemia del covid-19 ha demostrado que los trabajadores pueden ser productivos desde cualquier lugar, asegurando que tengan las herramientas, las condiciones y los espacios necesarios, la interacción física continuará siendo clave para las organizaciones en términos de colaboración, aprendizaje y pertenencia. Es aquí donde las oficinas físicas y los espacios de trabajo flexible juegan un papel trascendental, como ejes fundamentales de las nuevas dinámicas laborales.

Los flexible workplaces forman parte clave de los nuevos ecosistemas de trabajo que ha estudiado Cushman & Wakefield como una tendencia clave posterior a la pandemia del covid-19. Esto debido a que el lugar de trabajo ya no será una ubicación única, sino un ecosistema de diferentes ubicaciones y experiencias para respaldar la conveniencia, la funcionalidad y el bienestar. El nuevo ecosistema del lugar de trabajo incluirá oficinas físicas, trabajo desde la casa (o work from home) y terceros lugares que pueden incluir cafeterías, coworking spaces, secondary homes (como casas en la playa o montaña) y más. La relevancia del rol de los flexible workplaces se detalla en el nuevo informe de Cushman & Wakefield, titulado “El Rol Cambiante de los Espacios de Trabajo Flexibles en el Ecosistema de Trabajo”, en el cual se exploraron las tendencias y factores que darán forma al futuro de estos espacios. En el estudio se incluyeron espacios de trabajo flexibles que se ubican en casi 30 áreas metropolitanas del continente americano.

¿Qué necesita el sector inmobiliario para hacerle frente a las nuevas formas de laborar?

El requerimiento más importante es contar con información precisa y de alto valor agregado que guíe la toma de decisiones informadas, oportunas y adecuadas; las cuales deben enmarcarse en una estrategia inmobiliaria corporativa cuidadosamente desarrollada.

Una adecuada estrategia inmobiliaria puede hacer contribuciones significativas a las principales preocupaciones corporativas, incluido el capital humano, la excelencia operativa, la innovación, las relaciones con los clientes, la marca corporativa y la sostenibilidad, puntos que cobran aún más relevancia en el marco de la retadora situación que se vive en Costa Rica y en el mundo.

Dentro de la información que se debe tomar en cuenta para el desarrollo de dicha hoja de ruta, resulta prioritario conocer con claridad las necesidades de los usuarios e inquilinos, por parte del sector inmobiliario. Esto para garantizar que se cumplen las expectativas del mercado y ser competitivos.

¿Cómo visualiza el 2021 para este sector inmobiliario?

El 2021 es visualizado en Cushman & Wakefield como un año de recuperación. Dicha recuperación incluye no solamente la esperada estabilización económica post-pandemia sino también un restablecimiento de la confianza de los distintos jugadores del mercado inmobiliario. Además, se espera que dichos actores continúen adaptándose a la nueva realidad descrita anteriormente, en la cual se transformen y evolucionen las formas de trabajar.

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