Innovación tecnológica y sustentable, motores de cambio en la construcción

• El proyecto de construcción más moderno no es simplemente aquel que incorpora tecnología de punta, sino el que entiende su contexto, responde a los retos actuales y se anticipa al futuro mediante soluciones sustentables.

La industria de la construcción en enfrenta una necesidad urgente de transformación para responder a un entorno global cada vez más exigente en eficiencia, transparencia y responsabilidad social. En este proceso, la innovación tecnológica en la construcción se ha vuelto una base fundamental, ya que la integración de tecnologías avanzadas e innovaciones sustentables está redefiniendo la manera de diseñar, construir y operar, dando lugar a proyectos más inteligentes, resilientes y sustentables.

Aunque el cambio ha sido gradual, la irrupción de la IA y otras tecnologías emergentes ha acelerado el proceso. Según Procore, el 55.81% de las empresas del sector ya tienen entre el 51% y 75% de sus procesos digitalizados. Esto permite incorporar desde etapas tempranas herramientas como análisis de datos, automatización, modelos predictivos y criterios ESG.

“Hoy, la innovación tecnológica en la construcción va más allá de digitalizar planos. Es una revolución de procesos donde la tecnología y la sustentabilidad se vuelven ejes operativos, mitigando riesgos y superando inercias como la ineficiencia y la falta de transparencia”, afirma Iván Sánchez, director de Suministros y Tecnología de GAYA, consultora especializada en construcción.

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La transformación de la industria de la construcción en México está estrechamente ligada al papel protagónico de la tecnología. Lo que antes era una ventaja competitiva, hoy es un requisito para mejorar la eficiencia, reducir el impacto ambiental y aumentar la rentabilidad. La digitalización permite corregir fallas estructurales, pues según Calidad Cloud, el 82% de las pérdidas en obra provienen de errores evitables con herramientas digitales. Además, su adopción también impacta positivamente en los costos, pudiendo generar ahorros de entre 5% y 10% del presupuesto total de una obra, de acuerdo con la plataforma DD360.

Para Sánchez, la innovación tecnológica en la construcción está moldeando un nuevo modelo operativo, alineado con estándares y normativas globales. Entre las herramientas que están marcando esta transformación destacan:

• Modelado de información para la construcción (BIM): permite anticipar problemas, calcular cantidades, controlar avances y generar planos As-Built precisos, garantizando un seguimiento completo del proyecto.

• Sistemas de gestión en línea como Procore: digitalizan y trazan procesos clave, mejorando la comunicación y la transparencia.

• IoT: sensores en estructuras y equipos de protección monitorean eficiencia energética, calidad del aire y seguridad en tiempo real.

• Gemelos digitales: replican el edificio virtualmente desde el diseño hasta la operación, simulando escenarios futuros.

• IA y análisis de datos: optimizan presupuestos, anticipan fallas y respaldan decisiones informadas.

• Impresión 3D, robótica y prefabricación: reducen desperdicios, mejoran precisión y aceleran entregas.

• Drones: monitorean avances, detectan riesgos y mejoran la supervisión en zonas de difícil acceso.

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“En cada proyecto de construcción, la tecnología debe proporcionar una colaboración multidisciplinaria, así como una comunicación clara y oportuna que nos permite desarrollar un enfoque de honestidad, transparencia y ética -tanto con los equipos de trabajo como con el dueño del proyecto-. Estos elementos también son clave para desarrollar nuevas maneras de construir y superar retos, ya que se convierten en impulsores de proyectos con excelentes resultados”, afirma Sánchez.

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el sector construcción genera cerca del 40% de las emisiones globales de CO₂ y consume más del 30% de los recursos naturales. Ante esta realidad, las innovaciones tecnológicas aplicadas a la construcción mejoran la eficiencia operativa y son fundamentales para cumplir los compromisos climáticos.

Desde su visión, todo proyecto debe integrar prácticas sustentables como:

• Sistemas de captación y reciclaje de agua.

• Diseño bioclimático y estrategias pasivas de eficiencia energética.

• Uso de materiales circulares y de bajo impacto ambiental.

• Certificaciones internacionales como LEED®, WELL™ y EDGE, que validan el cumplimiento de estándares de sustentabilidad.

El avance hacia una construcción regenerativa aún enfrenta retos, especialmente culturales donde se priorizan los costos inmediatos sobre el valor a largo plazo. “No basta con incorporar la innovación tecnológica en la construcción, persiste un déficit de mano de obra calificada, y muchas pequeñas y medianas empresas todavía operan de forma manual, lo que limita la adopción real de soluciones innovadoras”, advierte Sánchez.