Al mes de mayo de 2022 ya se han superado los US$620 millones en atracción de nuevas inversiones y reinversiones extranjeras con una meta de US$1,500 millones para este año.
Las tendencias globales en la cadena de suministro ponen de manifiesto el gran riesgo que supone que estas cadenas sean tan largas. Por ello, según el Estudio Global sobre la cadena de suministro en el sector de Gran Consumo 2022, de Miebach, indica que cerca del 50% de las empresas transnacionales buscan una mejor gestión de sus proveedores y métodos de aprovisionamiento por medio de proveedores alternativos, más cercanos y más fiables.
Con crecientes preocupaciones ambientales, crisis sanitarias y recientes guerras en otros continentes, la región latinoamericana aporta una mayor participación en las cadenas globales de suministro. Esta oportunidad se denomina nearshoring; es decir, acercar la cadena de suministro y logística de manufactura a costas cercanas de los mercados principales. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el nearshoring podría generar para LATAM y El Caribe hasta US$78 mil millones anuales en exportaciones adicionales de bienes y servicios; siendo Guatemala un país con oportunidad de captar US$786 millones en bienes en el corto plazo.
Al mes de mayo de 2022 ya se han superado los US$620 millones en atracción de nuevas inversiones y reinversiones extranjeras con una meta de US$1,500 millones para este año, según el Ministerio de Economía. Inversiones como la ensambladora japonesa de partes de autos Yazaki North America, en San Marcos con US$10 millones; Nextil Group, invirtiendo US$40 millones en San José Pinula y Fraijanes en industria textil; Emergent Cold LatAm, con bodegas frías para consolidar una red logística de frío, y expansión de TATA Accesorios Globales en San Miguel Petapa, han sido ejemplo del interés de inversiones foráneas en nuestro país.
Esta oportunidad se ve afectada por el crecimiento de la población y la necesidad de ordenamiento vial. Se prevé que Guatemala pasará de una población 56% urbana a 75% urbana en los próximos 15-20 años. Esto implica presión sobre esas ciudades en sus capacidades institucionales, tanto público como privada. El caos por movilidad de bienes y personas será cada vez mayor lo que llevará a más restricciones de horario y territorio dentro de las regiones metropolitanas.
Frente a eso, la necesidad de modernizar la dinámica inmobiliaria ha motivado a que Calidad Inmobiliaria brinde una alternativa eficiente en el desarrollo de inmuebles que transformen las operaciones de forma eficiente y rentable. “Arrancamos una nueva línea que busca apalancar la plataforma que hemos desarrollado y perfeccionado. Ponerlo a disposición de nuestros clientes bajo el concepto de servicios con Inmuebles hechos a la medida. Ayuda a las empresas a contestar la pregunta ¿Cómo puedo obtener un inmueble que cumpla con mis requerimientos?”, expresó Santiago Tizón, Gerente de Desarrollo de Calidad Inmobiliaria.
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Los proyectos hechos a la medida satisfacen las necesidades de la operación, según sea cada empresa. El proceso de desarrollo de proyectos hechos a la medida cuenta con cuatro etapas: La primera etapa se enfoca en el diagnóstico, la segunda se invierte en la planeación del proyecto y selección del sitio. En la tercera etapa se trabaja en la planificación, presupuesto y permisología. Por último, en la cuarta etapa se procede a la construcción, equipamiento, supervisión y control y entrega llave en mano.
Gracias a este concepto se han desarrollado proyectos exitosos que marcan la tendencia inmobiliaria industrial, como por ejemplo centro de distribución PDC (Dentro del Parque Logístico DistriPark en Amatitlán), Intek (zona 9), Gure Borda (ofibodegas multinivel en zona 9) y CEDI Centro de Logístico Mesoamérica (Zacapa).
Proyectos a la medida, de Calidad Inmobiliaria está enfocado a consolidar las operaciones del cliente, aumentar el espacio y volver más eficientes las instalaciones y ubicación del negocio. Este servicio evita el desenfoque del negocio principal del cliente y minimiza los riesgos de pérdida por curva de aprendizaje, al contar con un proyecto validado y con riesgo comercial controlado. Además, maximiza el rendimiento financiero de la inversión o propiedad del cliente y centraliza la dirección de su desarrollo en un solo proveedor. El objetivo es que la infraestructura se debe acoplar al sistema operativo ideal de la empresa y no al revés.