Por: Malka Mekler
La construcción del Puente Binacional entre Panamá y Costa Rica sobre el río Sixaola, fue reanudada el pasado lunes 13 de abril, tras la interrupción desde el 26 de marzo, a raíz del Decreto Ejecutivo 506 del Gobierno de Panamá, el cual ordenaba la suspensión de todas las obras de construcción en territorio panameño, debido a la emergencia del Covid-19.
El director de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), en Costa Rica, Alejandro Rossi, comentó que como resultado de las gestiones del Ministerio de Obras Públicas de Panamá y de esa institución, se consiguió la autorización del Ministerio de Salud de Panamá para continuar con las obras de este proyecto estratégico a partir del lunes 13 de abril.
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Por el momento, las labores constructivas de la obra tienen lugar principalmente del lado de Panamá. La losa estructural de los primero tres vanos, ubicados en suelo costarricense está finalizada. En la penúltima semana de abril se estará haciendo el lanzado de las vigas del vano 4, ubicado principalmente en territorio panameño y el último vano (5), se encuentra en su totalidad en territorio panameño.
“En el proyecto se continuarán aplicando estrictas medidas de prevención y protección con todos los trabajadores de la obra, para lo cual UNOPS ha instruido a la constructora para que aplique las medidas correspondientes e indicadas en la guía “COVID-19: Medidas de prevención en obras”, producida por OPS/OMS y UNOPS”, aseguró Rossi.
La viceministra de Obras Públicas de Panamá, Ing. Librada Jisell De Frías, afirma que se mantendrán las medidas preventivas y sanitarias para que los obreros continúen con la ejecución de los trabajos por su seguridad, con el fin de cumplir a cabalidad con la terminación del proyecto.
Dicha obra es gestionada por la UNOPS y su construcción está a cargo del Consorcio Binacional Sixaola, el cual está conformado por la empresa Meco S.A. de Costa Rica, Cal & Mayor y Asociados y Mexpresa, ambas mexicanas. La obra cuenta con una inversión de US$25 millones, de los cuales US$10 millones provienen de una partida no reembolsable del Fondo de Infraestructura para Países de Mesoamérica y el Caribe (50% para Panamá y 50% para Costa Rica), con una contrapartida adicional de US$7.5 millones por país.