top of page

Seguridad, salud y maquinaria: elementos que no se pueden separar

Editorial Construir

Es un deber para todo empleador de implementar las medidas de seguridad e higiene en los centros de trabajo. Cuando se habla del sector construcción la maquinaria ha venido en muchos a evitar los accidentes laborales en esta industria pero al mismo tiempo ha creado otros a través del uso de estos vehículos o dispositivos mecánicos. En 2018, el Instituto Nacional de Seguros (INS) de Costa Rica atendió 124.339 casos reportados como accidentes laborales, donde casi la mitad de estos accidentes proviene del sector construcción.

El Consejo de Salud Ocupacional del Ministerio de Trabajo reveló en su informe de Estadísticas de Salud Ocupacional en Costa Rica, que durante los años 2011 y 2015, el sector construcción se encontraba entre los tres más afectados por accidentabilidad laboral. Basados en la información de este mismo ente, para el 2017 en materia de accidentes por ocupación relacionados con maquinaria, se reportaron en Costa Rica 151 accidentes, contabilizaban 3480 días de incapacidad.

En cuanto a accidentes por agente material en relación a maquinaria pesada o liviana, se reportaron 400 accidentes relacionadas con maquinaria de construcción y maquinaria de tierras.

De acuerdo con la Ing. Tatiana Díaz, coordinadora del área de construcción del Consejo de Seguridad Ocupacional. Explicó que en cuanto normativa costarricense sobre el tema, se regula bajo el Título Cuarto del Código de Trabajo, denominada “De La Protección a los Trabajadores durante el Ejercicio del Trabajo”, de ahí se desprenden las diferentes acciones a desplegar por la figura de la persona empleadora en beneficio de la salud y seguridad de las personas trabajadoras.

Además de las normas antes dichas, en Costa Rica se cuenta con el Decreto Ejecutivo N°40790-S-MTSS, titulado “Reglamento General de Seguridad en Construcciones”, en el cual encontramos lo regulado por el Capítulo IX, Del Manejo Manual y Mecánico de Carga, el cual determina, dentro de las diferentes secciones, las medidas mínimas de seguridad que se deben implementar en los centros de trabajo, en lo que se utilice maquinaria, como lo es grúas y tecles, grúas torre, montacargas, entre otro tipo de maquinaria.

Principales descuidos

El análisis de las Estadísticas de Salud Ocupacional 2017, permite identificar las formas de denuncia que se dan con mayor frecuencia son:

En primer lugar se presentan denuncias por riesgos mecánicos y locativos que ascienden a  65.080 casos con un 51%, en segundo lugar están los riesgos por sobrecarga física de trabajo con 15.095 denuncias (12%), riesgos químicos y biológicos con 2.716 que representan un 2% y en último lugar se ubican las denuncias por riesgos Físicos que representan 721 casos (0,6%) y los no especificados con 35%.

En cuanto a las denuncias producto de riesgos mecánicos y locativos, se registran como principales formas de lesión, los golpes, cortes con objetos y herramientas; caídas de personas mismo o distinto nivel; caída de objetos y proyección de fragmentos o partículas; atrapamiento entre objetos y atropello o golpe de vehículo automotor.

Este tipo de eventos son producto de la omisión o desconocimiento de prácticas y normas mínimas de trabajo seguro; se destacan principalmente dos tipos de riesgos a saber:

a) Riesgos mecánicos que derivan del uso, manejo o contacto con las partes móviles de las máquinas y herramientas.

b) Riesgos locativos que surgen de las condiciones físicas del lugar de trabajo como pisos, desniveles, techos y almacenamiento.

En segundo lugar, de importancia se ubican las denuncias por sobrecarga física que surge por el esfuerzo fisiológico exigido a un trabajador para el desarrollo de su actividad, que trae como consecuencia la fatiga física y lesiones musculoesqueléticas.

Los accidentes de esta índole ascienden a 15.095 eventos, que representan el 12% del total, fundamentalmente se manifiestan en sobreesfuerzos en trabajo dinámico, principalmente y manejo manual de cargas con posturas incómodas, desplazamientos, esfuerzos musculares entre otros.

En tercer orden de importancia se ubican los riesgos higiénicos que representan el 2% del total de accidentes, estos se refieren a la posibilidad de que un trabajador sufra un daño, con ocasión o a consecuencia de su trabajo, en particular por la exposición medioambiental (agentes químicos y biológicos); una posible consecuencia de dichas exposiciones, son las enfermedades profesionales, o deterioros paulatinos de la salud de los trabajadores, como consecuencia de la dosis recibida de un contaminante (concentración y tiempo).

Por último, tenemos los riesgos físicos que representan el 0,6% de los accidentes, estos se refieren principalmente a la posibilidad de que un trabajador sufra por exposición al sol, contactos térmicos con piezas calientes o con fuego, ruido y vibraciones en menor grado y en algunos casos por iluminación, estrés térmico, radiaciones ionizantes y pantallas de visualización (PDV)

En este rubro de información existe un importante subregistro de datos en lo referente a la clasificación de las formas de accidente, dado que el 35% de los casos (44.291) no tuvieron especificación del tipo de accidente, aumentando considerablemente con respecto al año 2016 donde el subregistro era de un 28%.

Para Díaz, los gerentes y tomadores de decisiones, juegan un papel muy importante, ya que desde sus puestos deben dirigir la implementación de las políticas de salud ocupacional a lo interno de las empresas, contribuyendo en la ejecución de las diferentes acciones relacionadas por velar por la seguridad y salud ocupacional de las personas trabajadoras en los diferentes puestos laborales.

Comments


bottom of page