Un diseñador preparado tiene los conocimientos para cubrir todos los aspectos que nos permitirán disfrutar de espacios funcionales, estéticos y que nos produzcan bienestar físico y mental.
Por Dis. Jennifer Martín, Diseñadora de Interiores, interiorismojpmm@gmail.com
El momento que más disfruto en un proyecto de interiorismo es al entregar al cliente el producto final. Experimento emociones de satisfacción y alegría con sólo ver la reacción del cliente y además con pensar en todos los buenos momentos que disfrutará en los espacios trabajados. Y es que un diseño de interior bien hecho, bien logrado, genera grandes beneficios a los usuarios. Un buen diseño de interior es necesario, y aquí te expongo algunas razones:
Logramos que todo funcione: Cada elemento debe cumplir con su función y contar con las dimensiones correctas para su correcto uso y circulación de los espacios, y para esto es necesario elegir correctamente dichos elementos. Un family room apto para ver una buena película en familia, necesita de un sofá o de asientos muy confortables y adecuados para esto. Las mesas auxiliares deben ser de la altura, forma y tamaño correcto. La mesa de comedor debe tener la forma y dimensiones que permitan su correcto uso, además de que ésta no sea un obstáculo en el espacio. Cada pieza, cada elemento, tiene su función, a veces solo pensamos en lo hermoso que puede verse algo en un espacio pero no tomamos en cuenta si cumple o no con el propósito que se persigue.
Bienestar físico y emocional: Para que un espacio nos produzca bienestar, debe ser armonioso, equilibrado, visualmente estético y confortable. Aquí influyen las texturas, colores, formas, materiales, incluso los olores, pero todo esto es muy personal y dependerá mucho de los gustos de cada quien. Un lugar confortable para ti no necesariamente lo es para otra persona, por lo tanto, un diseño de interior bien hecho es también personalizado, enfocado a los gustos y personalidad de los usuarios.
Aporte en las tareas diarias: Cada día realizas actividades diferentes y en todo momento estás interactuando con todo lo que te rodea. Un interior bien diseñado te facilitará la vida, la iluminación que necesitas, los muebles adecuados para mantener todo organizado, muebles que te permitan una buena integración al realizar actividades sociales, etc.
Puedes expresar tu personalidad a través de los espacios: Un espacio puede decir tu nombre sin tener que tenerlo escrito, y esto sólo se logra con un buen diseño de interior.
Sacar el mayor potencial de espacios pequeños: Un buen diseñador tiene visión espacial, por lo que puede lograr que un espacio pequeño cumpla con sus funciones, utilizando sabiamente cada pulgada horizontal y vertical, sin permitir desperdicios y de acuerdo con las necesidades de los usuarios.
Sí, es necesario un diseño de interior bien hecho, tanto al hablar de diseño residencial como comercial. Un diseñador preparado tiene los conocimientos para cubrir todos los aspectos que nos permitirán disfrutar de espacios funcionales, estéticos y que nos produzcan bienestar físico y mental.
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