Para la implementación exitosa de BIM, incluye la infraestructura de hardware, software, redes y de soporte, así como políticas de seguridad y gestión de licencias.
Por: Arq. Ricardo Morales Quirós, Representante de Costa Rica por el Ministerio de Educación Pública y vocero del Comité Estrategias y Handbook de la Red BIM de Gobiernos Latinoamericanos.
En el diverso panorama de la construcción en Latinoamérica, la búsqueda de una mayor productividad y calidad en las obras ha encontrado en los últimos años un aliado en la transformación digital y en la tecnología. En este contexto, la metodología BIM (Building Information Modeling) ha destacado a nivel global como uno de los principales agentes de cambio al incorporar de manera sistemática la colaboración de los involucrados y el uso de modelos de información en las labores de planificación, diseño, construcción y operación de edificaciones o de infraestructura.
El peso específico que tiene el sector de la construcción en la economía de los países debería promover por sí solo la introducción sistemática de prácticas innovadoras. En países como Costa Rica la actividad de la construcción representa entre un 10 a un 15% del valor del PIB, y a nivel mundial se estima que un 7.7% de la población trabajadora (250 millones) se emplea en este sector.
Paradójicamente, la construcción es catalogada a nivel mundial como la industria con mayor rezago en términos de productividad, así también, es una de las que ha demostrado más baja adaptación a la tecnología y a la digitalización. Es imposible no relacionar ambos aspectos. La fragmentación, la complejidad técnica, el carácter multidisciplinario y la falta de estandarización sobresalen como las principales causas de este problema y es justo en esas áreas donde la metodología de modelado de información de la construcción (BIM) coloca sus objetivos.
Cada vez son más los estudios que reportan mejoras importantes al usar BIM en los proyectos y la mayoría apunta principalmente la reducción de los imprevistos, una mejor previsión de los plazos y una mayor eficiencia en el uso de los recursos. “Métricas reportan importantes y tangibles mejoras al usar BIM en obras, como reducción de costos y plazos en un ~4 %, disminución de requerimientos de información en obra en un ~6 %, y aumento de la productividad laboral en un ~13 %” (DODGE Data & Analytics, 2015).
Algunos países han dado pasos de liderazgo adoptando tecnologías y mejores prácticas para aumentar la eficiencia en sus proyectos. Estados Unidos, Singapur (e-PlanCheck), el Reino Unido (Plan 2016-2020) destacan como escenarios donde se realiza obra pública mediante esta metodología y uno de los factores determinantes para que esto suceda es la instauración de tácticas desde la administración que fomentan la nivelación tanto para clientes como para proveedores de los diferentes servicios.
Latinoamérica apunta hacia la calidad
En Latinoamérica además de los usuales retos que conlleva desarrollar obra pública hoy en día, (normativas exigentes y complejas); se imponen también variables determinantes como evitar los sobrecostos y promover la transparencia. Esto deriva en un aumento de la calidad exigida y los organismos estatales que brindan servicios públicos, son los primeros llamados a instaurar soluciones más eficientes.
Ese contexto es el que propicia en el año 2019 la creación de la Red BIM de Gobiernos Latinoamericanos (la Red) como una organización que pretende acelerar los programas nacionales de implementación de BIM. En la actualidad la Red está conformada por representantes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú y Uruguay, y mediante comités técnicos, desarrolla contenidos, difunde investigaciones y cumple objetivos de acceso a capacitación y de alineamiento regional de conceptos.
El factor común: Estrategias BIM
El documento titulado Estrategias BIM de los países miembros de la Red BIM de Gobiernos Latinoamericanos, recopila de una manera muy clara ese recorrido y describe cuáles han sido sus tácticas para promover líneas de acción comunes entre el sector público, privado y la academia. Esta publicación tiene la virtud de colocar en perspectiva las semejanzas de la región, evidenciando y caracterizando los factores comunes. Uno de los principales hallazgos es la definición de las estrategias que se soportan sobre cuatro ejes conceptuales principales: Gobernanza o Institucionalidad, Estandarización, Capital Humano y Tecnologías Habilitantes.
La gobernanza se puede entender como ese conjunto de acciones documentadas que definen el liderazgo público en el impulso de BIM. Aquí entra en juego la importancia de instaurar la estrategia pública de manera oficial para generar certeza y fomentar la participación sostenida en el tiempo esquivando los cambios de enfoque por los periodos políticos.
La estandarización se centra en promover la colaboración y la coordinación entre todos los involucrados en los proyectos. Esto se logra al abordar obstáculos normativos, desarrollar estándares nacionales, adoptar esquemas internacionales consolidados y crear guías para mejorar los procesos de colaboración y el intercambio de información. En este aspecto casi todos los países de la región priorizaron la traducción y adopción de la norma ISO 19650. Adicionalmente algunos países como Argentina, Chile o Perú pusieron a disposición del sector guías robustas para apoyar la sistematización de implementación de BIM en las áreas de la gestión pública: Guía de Implementación BIM (2019), Estándar BIM para proyectos públicos (2019), o Guía Nacional BIM (2021) respectivamente.
El capital humano se centra en fortalecer las capacidades BIM de quienes intervienen en el desarrollo de un proyecto en todo nivel. Una de las acciones que desarrollaron los países de la Red fue definir cuáles son las nuevas competencias que se deben instalar en una institución, cuáles deben ser reforzadas y cuál será la estrategia o el plan de formación, tanto en metodología como en herramientas.
Por último, en cuanto a tecnologías habilitantes se atiende a las capacidades de una organización para la implementación exitosa de BIM. Esto incluye la infraestructura de hardware, software, redes y de soporte, así como políticas de seguridad y gestión de licencias. Es decir que se requiere de un “ecosistema” que permita que se lleven a cabo procesos de trabajo colaborativo.
Un objetivo común
Una frase popular dice que “un problema compartido es un problema dividido”. El documento Estrategias BIM de los países miembros de la Red BIM de Gobiernos Latinoamericanos cumple como testimonio del esfuerzo que hacen los países y su institucionalidad para abordar problemáticas comunes y evidencia que, en el marco de la cuarta revolución industrial y de los serios desafíos de la actualidad, es indispensable mejorar la calidad de los proyectos y resolver de manera eficiente y sostenible la necesidad humana de edificar.
Para mayor información visite www.redbimgoblatam.com
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