La construcción sostenible ha tomado una fuerte relevancia en la industria, y actores como del sector inmobiliario y la banca han generado beneficios adicionales para apoyar la vivienda sostenible.
Hoy los cimientos de la construcción han cobrado un sentido diferente, pues factores como el desarrollo social, el cuidado del medio ambiente y la rentabilidad económica a largo plazo de estos proyectos están tomando más fuerza y creando conciencia en las constructoras.
México no está ajeno a este concepto, y las compañías cada vez se preocupan más por alcanzar las certificaciones que validan los proyectos de construcción sostenible. De acuerdo con el Consejo de la Construcción Ecológica de Estados Unidos (U.S. Green Building Council – USGBC), el país cuenta actualmente con casi 2,000 proyectos comerciales registrados y certificados, con un total de 32.5 millones de metros cuadrados de área bruta rentable (ABR) con certificaciones en EDGE (Excellence In Design For Greater Efficienies) y LEED (Leadership in Energy & Environmental Design). Si bien hoy día México cuenta con un medio de adopción sostenible, las posibilidades de crecimiento en el corto y mediano plazo son altas.
“En los últimos años, las dinámicas del mercado han cambiado y esto ha hecho que la industria de la construcción se enfrente a una época de transformaciones. Las exigencias sociales en materia de impacto ambiental, junto con la necesidad de brindar servicios y productos diferenciados, ha hecho que las empresas deban replantearse su relación construcción medioambiente”, señaló Fabián Cuellar, líder regional MTWO en SoftwareOne.
Actualmente, el sector de la construcción busca minimizar el impacto ambiental y contribuir a los compromisos internacionales ambientales y de desarrollo sostenible adquiridos por el país. Estudios han demostrado que la construcción aporta a la contaminación atmosférica en un 23%, así como también se ha evidenciado que contribuye al 40% de la contaminación del agua potable, además de botar cerca del 50% de sus residuos en vertederos.
En este sentido, la construcción sostenible ha tomado una fuerte relevancia en la industria, y actores como del sector inmobiliario y la banca han generado beneficios adicionales para apoyar la vivienda sostenible, además de integrar el diseño e implementación de incentivos como la certificación EcoCasa, un programa de vivienda que busca mejorar la calidad de vida de las personas, reducir el consumo de energía, y proteger el medio ambiente.
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No obstante, para que una construcción se considere sostenible debe cumplir con tres factores esenciales: ambiental, en cuanto a ser respetuosos con el entorno; social, en la medida de promover equidad, habitabilidad y beneficio de las personas que conforman la comunidad y económico, para que un proyecto sea rentable, viable y equitativo.
Para que una construcción alcance un nivel de eficiencia óptimo, es necesario que los procesos de certificaciones de sostenibilidad superen ciertos retos en cuanto a coordinación de equipos multidisciplinarios, cumplimiento de hitos y objetivos. En este sentido, las herramientas tecnológicas de gestión de proyectos para la industria -como MTWO- juegan un papel fundamental a la hora de unir equipos de ingeniería, arquitectos, diseñadores de producto, gerencias y roles de toma de decisión, en un mismo espacio colaborativo.
La industria de la arquitectura, la construcción y la ingeniería es conocida por tener que adaptarse a nuevos materiales, tendencias en diseño y reglamentación, no obstante, las empresas aún tienen un reto importante para reinventarse en transformación digital y ahora es el momento para hacerlo, pues solo quienes lleven a cabo la digitalización se convertirán en líderes de la industria. “Aumentar la transparencia de los proyectos, reducir el desperdicio y el tiempo perdido o de reelaboración, y abordar los impactos ambientales son fundamentales para permanecer en la competencia del mercado”, señala Fabián Cuellar.
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