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¿Cómo se vive la transición energética en Centroamérica?

  • Un informe revela que en los países, la energía solar desempeña el papel más significativo en la transición energética.


La región de Centroamérica y el Caribe está experimentando un cambio significativo en su panorama energético. Se observa un notable crecimiento en el uso de energías renovables, especialmente en biocombustibles y en las energías eólica y solar. Estas fuentes se están empleando tanto para la generación eléctrica como para satisfacer las demandas productivas locales, lo que indica un avance significativo hacia la reducción de las emisiones de carbono y una mayor sostenibilidad en la región, asumiendo el compromiso de descarbonización, como un objetivo clave en la lucha contra el cambio climático.

Aggreko, dio a conocer el "Informe sobre la Transición Energética en América Latina: estrategias, barreras y oportunidades". Este recurso proporciona un análisis exhaustivo y valiosas perspectivas para los profesionales del sector energético de la región, convirtiéndose en una lectura imprescindible para comprender las tendencias, desafíos y oportunidades que surgen en este dinámico contexto.


Para la elaboración de este informe, se realizó una encuesta exclusiva con más de 830 profesionales del sector eléctrico e infraestructuras de 14 países latinoamericanos, entre los cuales se encuentran: Costa Rica, Panamá, Guatemala, República Dominicana, Honduras, El Salvador y Nicaragua, considerados como una sola región en este análisis. En el informe se reveló que en estos países de Centroamérica y la República Dominicana el 45% considera que la transición a fuentes de energía sostenibles es una prioridad absoluta y ya cuenta con planes sostenibles. Respecto a la pregunta acerca de si la transición a la energía sostenible representa una oportunidad o una amenaza para su empresa, el 73% respondió que se trata de una oportunidad significativa.

Los principales desafíos a los que se enfrentan las empresas y profesionales del sector energético en la actualidad en términos de consumo energético en estos 7 países son los siguientes: un 52% señala los altos costos asociados a la transición hacia soluciones más sostenibles, un 43% menciona la falta de fiabilidad en el suministro (debido a cortes, fallos o sobretensiones), y un 30% destaca las dificultades para mantener un suministro estable en lugares remotos.

El informe señala que en estos 7 países, la energía solar desempeña el papel más significativo en la transición energética, con un 93%, seguida de la energía eólica con un 74% y el agua con un 58%. Además, las tecnologías emergentes, como la hidrogenación y el almacenamiento de energía de baterías, están ganando fuerza, indicando una atención especial a las innovaciones que impulsan la transición. Es importante destacar que las soluciones híbridas (21%), que combinan fuentes renovables y fósiles, también se consideran importantes.


A nivel latinoamericano, la investigación también revela que las empresas tienen una visión general positiva en relación con la transición hacia fuentes de energía sostenible, con un 65% considerando una oportunidad significativa. Cerca del 34% de los encuestados ven la transición hacia fuentes de energía sostenible como una prioridad máxima y ya tienen planes sostenibles en vigor. Otro 20% se clasifica entre las tres principales preocupaciones relacionadas con los negocios.

El factor más relevante a trabajar para incrementar la penetración de las energías renovables o la inversión estructural fue destacado por el 35% de los entrevistados. Dicha inversión podría incluir el desarrollo de infraestructura, la modernización de las redes eléctricas y la mejora de las instalaciones para dar cabida a fuentes de energía limpia. El 22% de los entrevistados también destaca la integración de soluciones de almacenamiento de energía como un factor crítico para promover la adopción de energías renovables, destacando la importancia de las estrategias de almacenamiento para hacer frente a la intermitencia de las fuentes.


Domínguez concluye que: "al observar los datos, queda evidente una clara tendencia en América Latina hacia un futuro energético más sostenible. La transición energética es una prioridad y una gran oportunidad para la mayoría de las empresas. Sin embargo, estas empresas enfrentan desafíos significativos debido a la falta de conocimiento y recursos para avanzar en este camino”.

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