Se producen anualmente 450 toneladas de desechos orgánicos en Monteverde, de las cuales 333 toneladas se convierten en abono orgánico.
Monteverde, conocido por su exuberante biodiversidad y paisajes impresionantes, se encuentra en el epicentro de un innovador proyecto que está redefiniendo la gestión de residuos orgánicos a gran escala. Con más de 200,000 turistas anuales que visitan este sector por su compromiso con la conservación ambiental, Monteverde asume un papel de liderazgo al convertir los desechos en recursos valiosos.
La Asociación Administradora de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Comunales (ASADA) de Santa Elena, Monteverde, encabeza esta iniciativa, colaborando con más de 100 comercios para recolectar más de seis toneladas de desechos orgánicos semanalmente. Estos desechos, principalmente sobrantes de comida de restaurantes, son trasladados a una planta procesadora donde se transforman en abono orgánico de alta calidad.
El respaldo financiero del Banco Nacional (BN) ha sido fundamental para el éxito de este proyecto, a través del programa "Transformando Comunidades", que proporcionó los recursos necesarios para la operación de la planta y el camión recolector. Según Silvia Chaves, directora de Sostenibilidad del BN, este proyecto ejemplifica el compromiso del banco con el desarrollo equilibrado, social, económico y ambientalmente sostenible.
El impacto ambiental y social de esta iniciativa es innegable. Anualmente, Monteverde produce alrededor de 450 toneladas de desechos orgánicos, de las cuales 333 toneladas se convierten en abono orgánico y se reintegran al medio ambiente a través de un proceso de compostaje único en Costa Rica. Este enfoque ha ganado tracción en todo el país, con un aumento significativo en la cantidad de residuos orgánicos compostados, según la Dirección de Protección Radiológica y Salud Ambiental del Ministerio de Salud.
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El beneficio de este proyecto se extiende más allá de la protección del medio ambiente. El abono orgánico producido se vende en sacos a comercios y particulares para el mantenimiento de jardines y espacios verdes, generando ingresos económicos para las familias locales. Además, como parte de un esfuerzo integral de conservación, se regalan árboles nativos de la zona para contribuir a la preservación del bosque.
La ASADA ha integrado hábilmente a los comercios participantes en el programa de recolección de desechos en el rubro de factura de agua, simplificando así los trámites de contribución al proyecto. El entusiasmo por esta iniciativa es evidente, con una lista de espera considerable de comercios que desean unirse al proyecto.
Mirando hacia el futuro, Monteverde está preparado para expandir aún más su impacto positivo en la comunidad y el medio ambiente. Liderado por la ASADA y el Concejo Municipal, el proyecto del Parque Tecnológico Ambiental de Monteverde (PTAM) promete incluir una variedad de instalaciones, desde una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales hasta un Centro de Transferencia de Residuos Sólidos y una Planta de Tratamientos Productivos.
Aura Sandí, administradora de la ASADA Santa Elena, Monteverde, destaca la importancia del compostaje no solo a nivel comunitario, sino también a nivel individual. El compostaje a gran escala ofrece una serie de beneficios, desde la reducción de la dependencia de fertilizantes químicos hasta la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Con sus esfuerzos, Monteverde no solo está transformando la gestión de residuos, sino también demostrando cómo una comunidad comprometida puede impulsar el cambio hacia un futuro más sostenible. Con sus impresionantes paisajes y su enfoque innovador, Monteverde sigue siendo un faro de esperanza para la conservación ambiental en Costa Rica.