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Edificios mixtos: ¿Un camino a ciudades más planificadas?

  • Los proyectos de uso mixto son una evolución que responde a las demandas del mercado, ya que acompañan la oferta de vivienda con otras amenidades que necesitan las personas, en un mismo sitio.


Proyecto Diagoseis

Por: María Melba Calero, maria.calero@connectab2b.com


La evolución social siempre estuvo vinculada a la forma en que las personas se adaptan a los entornos. Sin embargo, los entornos adaptados a las personas ganan importancia en una era marcada por la integración de los espacios de convivencia comunitaria y bajo esta premisa, los complejos de usos mixtos emergen como un concepto de planeación urbana basada en infraestructuras destinadas a satisfacer las necesidades plurales de la población.


El término engloba a edificaciones multifuncionales que se caracterizan por la diversidad de servicios que ofrecen. Se refiere a la sinergia entre espacios residenciales, comerciales y recreativos, todo en un mismo complejo. En los últimos años se ha visto un enorme crecimiento en el desarrollo de este tipo de obras y por ello, actualmente la construcción de complejos de usos mixtos se ha convertido en una tendencia mundial dentro de los mercados inmobiliarios que cada año va tomando mucha más fuerza.


De acuerdo con la Arq. Melissa Rudin de Rudin Arquitectura, los edificios impactan en la segmentación de usos en diferentes lugares de una ciudad, asignando, por ejemplo, vivienda en la periferia y comercio en el centro, genera dificultades de movilidad urbana; sobre todo si se trata de ciudades con mala planificación o malos sistemas de transporte público.


“Cuando planteamos proyectos de usos mixtos, disminuimos la necesidad de desplazamiento por la urbe y esto descongestiona la ciudad, genera mayor nivel de comunidad y una amplía cercanía entre distintos tipos de ciudadanos. Se da una interacción entre oficinistas o trabajadores, con residentes, estudiantes y otros. Estas convergencias permiten impactos múltiples a nivel de relaciones, negocios y nuevas formas de disfrutar el espacio público y privado”, explica Rudin.

Proyecto Spazio

Por otro lado, en el informe de impacto socioeconómico de bienes raíces en América Latina, el International Council of Shopping Centers (ICSC) concluyó que los complejos de usos mixtos de carácter comercial impactan de manera positiva en las comunidades y aportan un aire de sofisticación que atrae a las masas consumidoras.


La movilidad es la principal ventaja de tenerlo todo en un mismo lugar. El usuario ya no deberá recorrer grandes distancias para satisfacer sus necesidades, por muy variadas que sean. Un estilo de vida cosmopolita, una mayor seguridad y una oferta comercial infinita hacen de los complejos de usos mixtos la opción ideal para vivir.


Las características de modernidad también elevan su plusvalía, lo que a su vez forma parte de su garantía financiera que favorece el respaldo de grupos inversores. Mucho más que un sitio para comprar y vivir, los complejos de usos mixtos tienen provecho en el ámbito económico, generan empleos, captan ingresos públicos, atraen nuevas inversiones y constituyen centros de encuentro social.


Diseños diferenciadores

Los proyectos de usos mixtos suponen una variedad de retos en lo que respecta a diseño y construcción. Cada edificio debe estar orientado a la integración y activación de sus funciones múltiples. Esto quiere decir que sus usos deben ser diferenciados y complementarios a la vez como parte de un mismo ecosistema urbano.



Mezclar oficinas con departamentos, locales comerciales con restaurantes o centros culturales con los de esparcimiento, se deben atender temas de sinergia operativa. Para esto se necesita de un gran metraje de terreno o la posibilidad de construir en altura, aspecto arquitectónico que ha ganado popularidad.


Según el Arq. Martín Gómez Platero, se buscará integrar la naturaleza además del uso de maderas recuperadas, plantas colgantes, muros verdes e instalaciones vegetales marcarán la pauta. Jardines, balcones y terrazas son también parte de una tendencia en ascenso que responde a la permanencia continua en casa que ha provocado la pandemia. Además, trabajar desde casa ha provocado la recuperación y redistribución de espacios. Las viviendas dejarán de definirse solo por los dormitorios y se empezará a considerar el número de ambientes comunes.


En cuestión de espacios comerciales, Rudin indica que ahora se habla no sólo de mezclar vivienda tímidamente con una tienda de conveniencia. “Vemos proyectos más abiertos a la gama de necesidades humanas. Estamos hablando de obras que combinen áreas verdes, zonas de deporte, acceso a cultura, comercio, salud y hasta hospitalidad con viviendas: Proyectos tan completos que se convierten en una pequeña ciudad por sí misma. Con un planeamiento urbano adecuado, se puede llegar a conectar proyectos de uso mixto entre ellos y comenzar a redefinir la experiencia de navegar a través de la urbe”, asegura.



Proyecto La Fábrica

Además, los complejos de uso mixto son como cualquier otro proyecto de construcción, es decir que sus materiales y métodos constructivos van a responder a la tradición constructiva de la región, las necesidades de su público meta y la oferta de materiales de la zona.


En el caso de Costa Rica, se visualizan proyectos de uso mixto construidos - según su escala - con hormigón armado, mampostería y muro seco, respondiendo a la tradición constructiva. Quizás a diferencia de la construcción de una casa o un pequeño edificio de apartamentos u oficinas, en estos proyectos de uso mixto el urbanismo y paisajismo toman mayor relevancia. Se busca generar un espacio con experiencia completa para el usuario.


Un impacto positivo a las ciudades

En Guatemala, este tipo de proyectos sostenibles son cada vez más frecuentes en la cartera de los desarrolladores del sector inmobiliario. El acelerado proceso de urbanización que atraviesa tanto el país y el resto de Centroamérica se ha convertido en una tendencia en la construcción que impacta en la menor medida en el medio ambiente.


Las estrategias pasivas de climatización, la responsabilidad en elección de materiales y un buen diseño con base en el entorno son esenciales. Estos proyectos, como todos, pueden plantear la inclusión de centros de acopio para reciclaje, recirculación de agua pluvial para ciertos usos y uso de sistemas de energía alterna, entre otros.



“Además, pueden incluir áreas verdes de forma mucho más estratégica, de modo que la vegetación pase de ser decorativa a cumplir funciones específicas, como ayudar a purificar el aire o atraer fauna local”, afirma Rudin.


Mientras tanto, en temas de accesibilidad, la tendencia es que se mantenga un acceso privado para quienes habitan en el proyecto y accesos generales para quienes lo visitan, de modo que solo quienes viven en las residencias del proyecto pueden acceder al área residencial.


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