Adoptar estas estrategias, podemos construir una sociedad resiliente, que no sólo resista las crisis y las tensiones, sino que también prospere frente a la adversidad.
Por: Ing. Marieyra Espinosa Hernandez, Ceo de Suconsar , Arquitectos e Ingenieros
La resiliencia en la construcción puede definirse como la capacidad de resistencia y de recuperación de una infraestructura ante desastres naturales . Ya sean danos causados por el viento y el agua , por tormentas severas y huracanes, inundaciones, terremotos o fuerzas naturales.
La resiliencia nos permite adaptarnos, recuperarnos y prosperar frente a la adversidad. Desarrollar la resiliencia en nuestro país es crucial, tanto para las personas como para las comunidades y las organizaciones, siendo necesario crear bases sólidas para reducir la cantidad de daño.
“La reducción del daño protege la propiedad y salva vidas.” Una forma eficaz de mejorar la resiliencia es mediante estrategias de cambio estructural como son:
1-Politica y gobernanza: Los gobiernos y las instituciones deben priorizar la resiliencia en sus procesos de toma de decisiones, verificando los códigos de construcción frente al impacto del cambio climático; implementar regulaciones que incentiven prácticas sostenibles, apoyar la investigación y el desarrollo de tecnologías de resiliencia , seguimiento de políticas de cumplimiento y calidad de materiales, evaluaciones de riesgos e inversiones en infraestructura que pueda resistir las crisis.
2-Invertir en infraestructuras solidas: Tales como: carreteras, puentes y edificios vitales para crear una comunidad resiliente. Una infraestructura sólida puede resistir desastres naturales (terremotos y huracanes), reduciendo el potencial de daños y pérdida de vidas.
3-Renovacion de infraestructuras obsoletas: Modernización y mantenimiento de obras viejas, abandonadas o que simplemente cambiaron su capacidad por aumento poblacional de forma y tiempo. Ejemplo: los sistemas de agua y de alcantarillado.
4-Invertir en energías renovables: La transición hacia fuentes de energía renovables no sólo es esencial para combatir el cambio climático , sino para generar resiliencia. Pues, invertir en infraestructura de energía renovable, como parques eólicos y plantas de energía solar, puede proporcionar una fuente de energía sostenible y confiable, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles.
5-Fortalecimiento de la infraestructura social: Invertir en infraestructura social, como instalaciones de salud, escuelas y centros comunitarios. Estas instalaciones brindan servicios y apoyo esenciales en tiempos de crisis. Ejemplo palpable fue el covid-19.
6-Infraestuctura digital: Sistema para detectar fenómenos son esenciales para la resiliencia. Permiten tiempos de respuesta rápida durante las emergencias.
7-Equidad social: Abordar desigualdades estructurales subyacentes que contribuyen a la vulnerabilidad, podría implicar la inversión en comunidades para mitigar los impactos de desastres naturales, pues, estas comunidades a menudo son afectadas de forma severa, debido a limitados recursos y falta de acceso a infraestructuras adecuadas.
Le puede interesar: "Energía verde dominará la generación de electricidad para el 2038"
En consecuencia, al adoptar estas estrategias, podemos construir una sociedad resiliente, que no sólo resista las crisis y las tensiones, sino que también prospere frente a la adversidad.
Porque a través de la resiliencia como podemos allanar el camino hacia un futuro sostenible y próspero para las generaciones venideras. Y tener la capacidad de recuperarse ante la eventualidad de un desastre, lo que se traduciría en la capacidad de resistir cualquier desastre natural.
Commentaires