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Restaurando el patrimonio humano en Panamá

By Proyeco

Arq. Rodolfo Alejandro Suñé Martínez

Elevado a la Categoría de Patrimonio Humano por la UNESCO en el año de 1980 bajo la denominación de: “Fortificaciones de la Costa Caribe de Panamá” San Lorenzo el Real del Chagres, construido por el Arquitecto militar italiano Bautista Antonelli, es testimonio del ambicioso sistema defensivo para el comercio transatlántico que alguna vez levantó la Corona Española en América, constituyéndose hoy como un magnífico ejemplo de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII.


Por su importancia estratégica, este Fuerte fue atacado varias veces por los enemigos del Imperio Español. Sin embargo, dos ataques contra San Lorenzo han cobrado significado por su trascendencia histórica, el primero realizado por Henry Morgan en el año 1671 y otro casi siete décadas más tarde, cuando el Almirante Edward Vernon lo hace presa de la pólvora en 1739. Luego de este último ataque, la Corona Española evaluó el estado de la fortaleza y decidió iniciar su reconstrucción, aprovechando aún más la península sobre la que se encuentra ubicado y, añadiendo extramuros como refuerzo a las defensas. Fue así que el Ingeniero y segundo Teniente Coronel Manuel Hernández, apareció para dirigir la reconstrucción de la fortaleza actual entre 1761 y 1768.

La obra de Hernández se adaptó a los progresos de la artillería, balística y nuevas tácticas de sitio y asalto de su tiempo. Se amoldó también a los accidentes del terreno, uniendo todas las partes que antes estaban separadas, dentro de un perímetro totalmente amurallado, convirtiendo la obra en una “Fortaleza Cerrada”. Es este último, el fuerte que vemos hoy día y, que es objeto de las obras de Conservación y Restauración por parte de PROYECO y su equipo de expertos.

Pero no todo ha sido color de rosa para este gigante

Pese al valor monumental de San Lorenzo del Chagres en distintas Leyes y resoluciones que manaron del propio Estado Panameño, además de elevarlo a la Categoría de Patrimonio Humano por la UNESCO en 1980, poco se estuvo haciendo por él en el último siglo.

En el 2012, el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO anunció su decisión de colocar a las “Fortificaciones de la Costa Caribe de Panamá” en la denominada Lista Negra de Patrimonios en peligro, dado el riesgo que corrían de deteriorarse irreversiblemente debido al estado frágil y de acelerada degradación que presentaban las estructuras, por factores medioambientales y ausencia de mantenimiento.

Ocho años después, el Estado Panameño crea los instrumentos técnicos, procesales y contractuales que han permitido llevar a cabo el proyecto de Restauración del Fuerte de San Lorenzo del Chagres.

Prendiendo motores…

A través de un Contrato con la Nación, PROYECO inició en septiembre del 2020, las labores de restauración, conservación y mantenimiento preventivo del Fuerte San Lorenzo, tomando como base y referencia obligatoria, además del pliego de cargos, todos los documentos y Cartas Internacionales que contienen los lineamientos para la ejecución de obras de restauración en el mundo, como lo son, las Cartas de Venecia; de Burra; de Cracovia; la de Viena, entre otras.

La puesta en valor responsable y respetuosa de un espacio monumental como el de San Lorenzo, integrado por ruinas, edificios, áreas verdes y un extenso sitio arqueológico es el objetivo de esta intervención. De la misma manera las ruinas han de ser protegidas en cada caso de la manera más conveniente, partiendo de intervenciones no invasivas que mantengan la visual del monumento lo menos alterada posible

Sobre el proyecto

Este proyecto de restauración está centrado en tres Fases:

  1. Fase I: construcción de obras generales de conservación y obras civiles.

  2. Fase II: estudios, desarrollo y aprobación de planos de construcción y construcción de medidas de emergencia.

  3. Fase III: estudios, desarrollo y aprobación de planos de construcción y construcción de obras complementarias.

La Fase I cuenta con progresos significativos en la intervención de las superficies de los muros en la Luneta; el Hornabeque con su Cúpula; y el Patio de Armas. Además, al día de hoy se están interviniendo las Bóvedas ubicadas a nivel de la Plataforma Baja, cuatro de las cuales serán consagradas a las llamadas obras complementarias de la Fase III, que no son menos significativas e importantes, ya que serán la sede del Museo del Sitio, cuyo diseño emerge del Taller de Arquitectura in-house de PROYECO.

Avances Fase I. Estado de Bóveda #4 antes y durante proceso de conservación.

La Fase II tiene por objeto resolver los problemas de sedimentación y deslizamiento en el terreno que permiten el desplazamiento de los muros de la fortaleza y su agrietamiento, pudiéndolos llevar hasta el colapso de no corregirse. Lo anterior, dado que el farallón rocoso que sostiene a San Lorenzo está conformado por piedra arenisca; tuffitas (rocas de origen volcánico) y, grainstones (piedras calizas granulosas). Estos tres tipos de rocas son muy frágiles y tienden a disociarse llegando a producir derrumbes. En esta segunda fase, tres son las zonas del Fuerte que serán objeto de un tratamiento de consolidación: el Través; el Baluarte Norte del Hornabeque y la Ladera Sur hacia la boca del Chagres.

Durante su última reconstrucción en el siglo XVIII, los constructores de San Lorenzo del Chagres aprovecharon las rocas provenientes de las excavaciones de los Fosos y Bóvedas, con lo que podemos decir que los muros de la fortaleza adolecen de la misma fragilidad que tiene el terreno sobre el que se erigen.

Avances de la fase II.  Estado de muro de foso antes y después de trabajos de conservación generales (Limpieza y eliminación de impurezas, rejuntado con mortero de cal, restauración por perdida de laguna y consolidación general).

Como reto adicional, una intervención previa en los muros del fuerte con el uso de cemento Portland, resultó contraproducente, pues este material, de mayor impermeabilidad y dureza, impidió que la humedad contenida en ellos permeara al exterior a través de las juntas, ocasionando que la roca se degradara paulatinamente en capas de espesor diverso. De ahí que una de las tareas de la Fase I haya sido el retiro de estas juntas de concreto para reemplazarlas por juntas de mortero de cal coloreada.

En coordinación con el Ente Gestor del Estado y con un equipo de consultores expertos, PROYECO está realizando uno de los proyectos más desafiantes dentro de su amplio Currículum, pues de las buenas prácticas con que se ejecute este trabajo, dependerá que el FUERTE DE SAN LORENZO se alce imponente una vez más y brille de tal forma, que vuelva sin objeciones, a ser parte de esa lista de joyas extraordinarias producidas por el ser humano.

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