El acero, como pilar de la construcción más ágil y sostenible
- Maria Calero
- 25 jun
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Este material transforma ciudades, conecta comunidades y lidera la transición hacia una industria más eficiente y ecológica. Su maleabilidad, durabilidad y adaptabilidad lo posicionan como clave frente a los desafíos del sector construcción en un entorno global cambiante.

Por: María Calero, maria.calero@connectab2b.com
Este material transforma ciudades, conecta comunidades y lidera la transición hacia una industria más eficiente y ecológica. Su maleabilidad, durabilidad y adaptabilidad lo posicionan como un elemento clave frente a los desafíos del sector construcción en un entorno global cambiante. El acero ha sido un pilar fundamental en la evolución de las ciudades modernas, transformando el paisaje urbano y permitiendo la creación de infraestructuras que definen el mundo actual. Desde los primeros rascacielos que delinearon los horizontes de las grandes metrópolis hasta los innovadores puentes que conectan comunidades, ha sido la columna vertebral de estos logros arquitectónicos y de ingeniería. Su papel no se limita a la creación de estructuras, sino que también ha influido en la manera en que concebimos y construimos nuestro entorno, impulsando continuamente la frontera de lo que es posible en la construcción moderna.
Es la columna vertebral de la fabricación y la construcción, y constituye un insumo clave para otros sectores económicos estratégicos, como la infraestructura, la minería, la energía y el transporte. También es uno de los materiales más utilizados en la construcción debido a su resistencia, durabilidad y flexibilidad.
“En estructuras como puentes, edificios y obras de infraestructura, el acero proporciona la capacidad de soportar grandes cargas y resistir condiciones adversas, como cambios de temperatura y corrosión, con una larga vida útil. Su alta capacidad de adaptación a diferentes diseños arquitectónicos permite crear estructuras innovadoras y funcionales”, indica Ezequiel Tavernelli, director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).
Además, su facilidad de montaje y la posibilidad de reciclarlo infinitamente hacen del acero una opción sustentable en la construcción moderna, contribuyendo a la eficiencia energética y al respeto por el medio ambiente.
Según José María Lagos, gerente de la Asociación para la Construcción de Estructuras Metálicas de España (Ascem), este material es altamente maleable, lo que significa que puede moldearse fácilmente en una gran variedad de formas y tamaños, según las necesidades del diseño. Esto permite a los arquitectos y diseñadores crear estructuras únicas y personalizadas que cumplen con requisitos específicos de carga, espacio y estética. “La flexibilidad del acero facilita la modificación y expansión de las estructuras existentes, lo que brinda oportunidades de adaptación a los cambios en los requisitos funcionales o de uso”, afirma Lagos.
A diferencia de otros materiales de construcción, como la madera, el acero es inherentemente resistente al fuego y no contribuye a la propagación de incendios. Además, puede tratarse con recubrimientos protectores para mejorar aún más su resistencia al fuego y a la corrosión, lo que garantiza la seguridad y la integridad estructural a largo plazo.
El acero es un material completamente reciclable y reutilizable, ya que se puede transformar sin pérdida de propiedades. Esto lo convierte en una opción sostenible para la construcción, pues reduce la necesidad de extraer recursos naturales y minimiza el impacto ambiental. En este sentido, el acero estructural es altamente eficiente en términos de uso de materiales, lo que significa que se requiere menos cantidad para lograr la misma resistencia estructural que otros materiales.
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Asimismo, es un componente esencial para la descarbonización a nivel global, debido a su papel fundamental en el desarrollo de infraestructuras sostenibles, la movilidad eléctrica y las tecnologías de energía renovable. Su evolución hacia una producción más sustentable y su capacidad para impulsar la innovación son aspectos clave en la transición energética. “Sin embargo, la transición debe ser justa y con responsabilidades comunes pero diferenciadas. En la región tenemos ventajas en términos de recursos naturales, pero prioridades sociales y económicas diferentes a las regiones desarrolladas”, señala Tavernelli.
Si bien la industria del acero es intensiva en consumo energético, las empresas productoras en Latinoamérica están avanzando firmemente en la reducción de su huella de carbono. “Por ejemplo, invierten en tecnologías para mejorar su eficiencia energética; reciclan cada vez más chatarra; capturan los gases que se generan durante la producción y hacen posible que se vuelvan a utilizar —por ejemplo, en bebidas gaseosas—; aplican los coproductos del acero en la construcción de vías y en la producción de cemento; incorporan energía limpia a su matriz energética y también investigan nuevas formas de producir acero usando combustibles alternativos como biomasa o gas natural”, comenta Tavernelli.
Aumento de resistencia y versatilidad
Las innovaciones en la tecnología del acero han mejorado significativamente su resistencia y versatilidad. Los avances en aleaciones, como los aceros de alta resistencia y bajo peso, permiten crear materiales más fuertes sin aumentar su grosor.
Según Víctor Cairo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero), la implementación de procesos automatizados y el uso de inteligencia artificial están revolucionando la fabricación de productos como la chapa metálica, el acero inoxidable y la chapa perforada.
“Gracias a estas tecnologías, hoy es posible optimizar la producción, reduciendo tiempos y costos, mejorar la precisión en el corte y curvado de materiales, y reducir el desperdicio de materias primas, alineándose con prácticas sostenibles”, afirma Cairo.
También están en auge las demandas de personalización. Cairo señala que la producción de acero y sus derivados se beneficia actualmente de tecnologías como el corte láser y el curvado automatizado, así como de la integración de software avanzado para diseños personalizados. “Todo esto nos permite ajustarnos más a las demandas de los clientes sin poner en riesgo ni la estética del diseño ni la calidad de las estructuras, asegurando así su resistencia”, agrega.
El uso de tecnología de impresión 3D también tiene el potencial de revolucionar la producción de acero, al reducir la necesidad de instalaciones de fabricación a gran escala. Al imprimir componentes bajo demanda, la industria puede disminuir costos y aumentar la eficiencia. Asimismo, la nanotecnología ha mejorado propiedades mecánicas del acero, como su dureza y resistencia a la corrosión.

El acero inoxidable y las aleaciones avanzadas son un claro ejemplo de cómo la tecnología ha ampliado sus aplicaciones en entornos exigentes, como las industrias aeroespacial y automotriz.
Futuro y desafíos
El futuro del acero en la construcción está marcado por una tendencia hacia estructuras más sostenibles y ligeras. El uso de acero reciclado está en crecimiento, al igual que los edificios modulares de acero, que pueden prefabricarse y ensamblarse con rapidez. “Por ejemplo, el steel framing es un sistema constructivo que usa perfiles de acero galvanizado para construir estructuras, y ofrece varias ventajas, destacándose por su ligereza, resistencia y durabilidad. Es más liviano que otros métodos tradicionales, lo que facilita su transporte e instalación en obra”, indica Tavernelli.
Sin embargo, los conflictos comerciales, las tensiones entre grandes economías y las barreras arancelarias han impactado directamente la oferta y demanda de acero a nivel global. En particular, las disputas entre Estados Unidos y China, así como los efectos del Brexit, han creado incertidumbre en los mercados, alterando los flujos comerciales y afectando las inversiones en infraestructura.
“Por este motivo, es necesaria la implementación de medidas de defensa comercial coordinadas como estrategia para fortalecer la industria local y reducir su vulnerabilidad. Aquellos países que no comprendan los efectos en el mercado internacional de la irrupción del gigante asiático serán los más expuestos a una ola de sobreproducción china, con la correspondiente amenaza a toda la cadena de valor de nuestra región”, advierte Tavernelli.
Brasil y México, como principales productores de acero en América Latina, han sido los más afectados por la competencia de productos chinos. En cuanto al mercado mexicano, Cairo sostiene que no solo se enfrenta a China, sino también al sudeste asiático, desde donde llegan productos a precios irrisorios. “Están claramente muy preocupados, haciendo todo el esfuerzo posible para defenderse”, afirma.
Por su parte, Lagos comenta que el mercado global del acero estará determinado por su capacidad de adaptación a un entorno dinámico, donde la sostenibilidad, la digitalización y la incertidumbre económica y geopolítica serán factores clave. “Los productores que logren innovar, adoptar prácticas más limpias y responder con agilidad a los cambios del mercado serán quienes lideren el futuro de la industria. Mientras tanto, la demanda de acero seguirá siendo sólida en las economías emergentes, aunque enfrentará presiones de precios y regulaciones en otras regiones del mundo”, sostiene.
Asimismo, el experto concluye que “la clave para el éxito en esta industria será la capacidad de anticiparse a las tendencias y desafíos, manteniendo la resiliencia ante las fluctuaciones y apostando por la transformación hacia una producción más eficiente y sostenible”.