A pesar de que su apariencia es más frágil, su resistencia es alta aunque permanezcan expuestas a la intemperie y también ante fenómenos climatológicos adversos.
Para ahorrar energía en casa y reducir la factura mensual de energía, una de las novedades más recientes, y que mejores resultados está ofreciendo, son las las tejas solares fotovoltaicas. Esta apuesta sostenible, cada vez más habitual, tiene cada vez más adeptos, pero sigue siendo algo desconocida para el gran público.
Las tejas solares resuelven un problema que, sin embargo, suele presentarse en aquellos casos en los que se deciden instalar placas en los tejados para obtener energía; el efecto estético. Estas son en apariencia muy similares a las tejas tradicionales, con la diferencia de que albergan, en su interior, celdas de tipo fotovoltaico, de forma que el total de la instalación se encuentra oculto en el tejado y llega hasta el convertidor, desde donde se suministra energía a toda la casa.
La instalación de las tejas solares es muy sencilla, ya que se realiza de forma idéntica a la de las tejas tradicionales. La mayoría se fabrican en materiales como arcilla o cerámicas, y cada una integra cuatro celdas solares. Las últimas investigaciones en materiales como el monocristalino y el silicio amorfo permiten obtener formas flexibles, que se adaptan a distintas superficies y soportes, como en este caso ocurre con las tejas.
Las estimaciones de generación de energía de las tejas solares fotovoltaicas son de 3 kw por cada 40 metros cuadrados de área en la que se coloquen los dispositivos. Con esto es posible contar con una temperatura adecuada en los meses de invierno, y también calentar el agua de uso dentro de la vivienda, todo ello sin pagar ni un céntimo más allá de la compra de las tejas solares y de su instalación.
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Aún así, hay que tener en cuenta que se debe contar con un sistema adicional de apoyo para generar calor y calentar el agua cuando hay días nublados, con lluvia, etc.
Su fabricación se realiza en metacrilato (PMMA), lo que hace que sea entre 10 y 20 veces más resistente que el vidrio frente a posibles impactos, y soporta la acción de los rayos ultravioleta (UV). Por añadidura, el metacrilato es un aislante acústico y térmico sobresaliente. Otra de las propiedades de estas tejas solares es que dejan pasar la luz en un alto grado (93%), por lo que producen efectos estéticos muy interesantes y evitan el uso de claraboyas.
